Eternal Sunshine|MV01

Capítulo 38; Cuestión de familia

Evie 

Y cuando creí que mis sueños no podían ser más interesantes, lo vi a él, de pie frente a mi para ser comparado con una ausencia parecida ¿Pero como podía siquiera compararlo? Al menos esta vez seguí en casa, sana y salva, y aunque no pudiera dormir en las noches, no tenía miedo de que alguien viniera a llevarme a algún horrible lugar. 

Era un mantra que repetía en mi mente cada noche cuando no podía dormir pensando tantas cosas al mismo tiempo, así que para aliviar la carga hice lo mejor que sabía hacer, escribir acerca de ello. 

-¿Cuando estarás lista para producir? Leí todo el material y es realmente bueno- escuché a André a través de la pantalla, mantenía mis brazos apoyados sobre la guitarra y movía mi cabeza prestando atención a mi laptop en el mueble. 

-Aún no he terminado, faltan algunas canciones- le dije acomodándome en el suelo fresco bajo mi falda de algodón. 

-Tienes quince ¿Cuántas más pueden ser?- me removí ante su pregunta, cualquier otro pensaría que estoy demente, pero para André esto debe ser muy casual. 

-Necesito veintidos canciones, ni una más- respondí dejando la guitarra de lado, su pintura estaba algo desgastada y las flores pintadas a mano por mi madre estaban casi borradas, mi primera guitarra y la única con la que he escrito mis mejores canciones, me rehúso a retocarla, perdería su esencia. 

-No cuestionaré eso, solo avísame cuando estés lista, aunque... ¿No incluirás las que ya teníamos hasta ahora?- moví la cabeza en negación, si bien había tocado esas canciones en vivo alguna vez, pero no sé si estaba lista para entregarlas al publico de esa forma, esa etapa que tanto me costó superar. 

-Tal vez en una edición especial, pero no en el principal, no quiero que sea solo un álbum... Quiero crear todo un concepto, una historia completa- asentí acomodando mis piernas una sobre la otra. 

-Se supone que yo soy la escritora ¿Quieres robarme mi trabajo?- me di vuelta rápidamente para encontrar a mi amiga castaña parada en el marco de la puerta. 

-¿Qué estás haciendo aquí? ¡André me dijo que estabas haciendo compras con Jake!- me volví a la pantalla para encontrar al moreno burlándose- ¡Eres un mentiroso! 

-Estaban de compras pero no especifiqué donde- levantó las manos con inocencia mientras yo me cruzaba de brazos. 

-Eres un tonto y...- sentí un golpecito en mi hombro y al voltear solté un grito al mismo tiempo que mi cuerpo se sobresaltó, fui interrumpida por un Jake con una mascara de Batman- ¡Vete a la mierda Jacob! 

Le solté cerrando de un golpe la pantalla y poniéndome de pie con cierto fastidio ¿En que momento creyó que sería buena idea tal cosa? 

-Que aún le temas a Batman deja mucho que decir- el hombre se burló quitando su horrible mascara, un trauma de la infancia que iba a perseguirme por el resto de mi vida. 

-En realidad le temo al que se esconde bajo ese horrible disfraz ¡A ti, imbécil!- tomé un cojín del mueble y lo golpeé varias veces con este. 

Solté otro gritito de fastidio antes de salir de la habitación con frustración. Cuando tenía ocho años durante una noche de Halloween, Jake se disfrazó de Batman y yo de Harley Quinn, jugamos a que me atraparía y me llevaría a la cárcel, las calles estaban oscuras al igual que su disfraz y no lo vi venir cuando me tomó de los hombros con su mascara aterradora y me agitó de un lado a otro. 

¡Era Halloween y estaba oscuro! ¿A quien se le ocurre hacerme eso? Pues a Jake se le ocurrió, al parecer sigue creyendo que verme aterrorizada es gracioso. Azoté la puerta de entrada y me dejé caer en uno de los escalones del porche, si rodar los ojos fuera un deporte yo sería Max, sobre todo cuando sentí la puerta abrirse detrás de mi.