Max
La paciencia no era una virtud que yo poseía, mucho menos cuando estaba en juego algo tan importante como la promesa que me hizo dejarlo todo.
Sé que no había ninguna clase de justificación para lo que hice, actué como un niño cuyo único propósito es la aprobación de su padre.
Lo admito, sigo siendo ese, pero en mi cabeza sonaba muy bien el hecho de que se sintiera orgulloso de mi.
De que me dijera las palabras tan anheladas desde que era un niño, tal vez eso sería suficiente para darme cuenta que el problema nunca he sido yo.
Eso no podía ser un crimen, pero lo que le hice a ella... No he podido dejar de darle vueltas a ese asunto.
Solté un suspiro con pesadez mientras mantenía ambas manos en mis bolsillos, las calles de Mónaco se veían tan corrientes desde este lugar.
Recordé inevitablemente que un día recorrí estas mismas calles con cierta rubia a mi lado, éramos tan intrépidos que no pasaría mucho tiempo para ser descubiertos.
-¿Max..?- escuché una voz femenina tocando mi hombro con cuidado, parece que ha estado ahí desde hace un par de segundos.
-Oh, Isa...- sonreí aceptando la copa que la pelirroja me extendió, su sonrisa me envió un poco de calidez y eso me mantuvo fuera de mis pensamientos.
-Estás un poco distraído últimamente- bebí de mi copa mientras la mexicana me miraba entrecerrando los ojos- ¿Debería preocuparme?
-No en realidad, yo... Solo son problemas con mi padre- me las arreglé para dejar a Evie fuera de la conversación, no soportaría decir su nombre en voz alta y para los demás era fácil aceptar mis problemas con Jos.
-Sabes que siempre puedes contar conmigo- sentí su mano dejando suaves caricias en mi hombro, todo de ella era tan maternal y dulce.
-¿Cómo está Mel?- sonreí recordando a mi adorada sobrina.
-Ella te extraña, la verás pronto- asentí antes de volver a sumergirme en mis pensamientoa. La final estaba cerca y no había logrado luchar por el primer puesto en el campeonato.
No importa todo el esfuerzo que hice, las cosas que dejé atrás o el tiempo que pasó, nada fue suficiente para subir a la cima de nuevo.
Supongo que eso es lo que más me aflige.
-Mi amor...- levanté la vista en cuanto mi compañero de equipo se acercó a nosotros y este me miró burlón- ¿Y tu porque volteas? Ni que fueras mi amor.
Su esposa se río acercándose a él mientras este pasaba su brazo por su cintura, la forma en que se acercan se ve tan intima y cariñosa.
Me pregunto que se sentirá tomar la cintura de la mujer que amas frente a todos.
-Ya vamos a la mesa- la pelirroja asintió caminando antes que nosotros, luego mi compañero puso su mano en mi hombro y susurró- Deja esa mala cara, alégrate al menos por el estreno de su álbum.
-Espera... ¿Eso era hoy?- moví mis cejas confundido mientras que me sentaba al lado del hombre en la mesa, según yo el estreno se haría el próximo viernes.
-¿A poco no te acordabas, cabrón? Casi todos los equipos hicieron publicaciones con la estética de su álbum...- negué frotándome la sien con frustración, no puedo creer que lo haya olvidado.
Mi amigo solo levantó las cejas acomodándose en su asiento.
La cena inició tranquilamente, todos los conductores estaban en sus mundos hablando de cualquier cosa, yo por mi parte solo tenía algo en mente.

ESTÁS LEYENDO
Eternal Sunshine|MV01
FanficSomos instantes, pequeños residuos de algo que explota a miles de años luz. Una estrella, así es como él solía llamarme, una estrella torturada. Lo era al igual que él, estrellas torturadas obligadas a convertirse en un eterno resplandor. Nosotros...