— ¿Quién te enseñó a disparar de esa manera? — pregunto, mientras la observo afinar la mira con precisión. Habíamos estado en el campo de tiro por un buen rato y ya me había dado cuenta de algo: Elizabeth era increíblemente competitiva, y cuando se trataba de ganar, arrogante. Siempre tenía que ser la mejor, y no importaba si era algo tan trivial como disparar o algo más serio. Ganar era lo único que importaba para ella.
Ella apenas se digna a mirarme, con una sonrisa enigmática jugando en sus labios.
— Es un secreto — responde, sin apartar la vista del objetivo.
Era un comentario juguetón, pero detrás de sus palabras había más. Elizabeth era una mujer rodeada de misterio, y aunque me divertía intentar descifrarla, algo me decía que nunca lo lograría del todo.
Llevaba semanas pensando en cómo podría encajar en mi mundo. Un mundo peligroso, donde las decisiones te persiguen hasta en los sueños, y donde las traiciones y la muerte son cosas cotidianas. Mi mundo no era un lugar fácil, ni para los que crecieron en él. Pero cada vez que la veía, tan segura y controlada, no podía evitar pensar que ella sería la mujer ideal para estar a mi lado. Fuerte, decidida, imparable. Lo tenía todo.
Pero había un miedo que no podía sacarme de la cabeza: ¿Qué pasaría si Elizabeth viera mi mundo de verdad? No el que le muestro cuando estamos juntos, sino el que vive en las sombras. El de los negocios sucios, las noches de insomnio y las manos manchadas de sangre. ¿Retrocedería? ¿Me dejaría? No quería perderla, y la sola idea de que se alejara cuando viera lo que realmente soy, me atormentaba.
— Vamos, ¿ni una pista? — insisto, más por seguir el juego que por curiosidad real. Me gustaba ver esa sonrisa en su rostro, saber que la tenía cerca, aunque fuera solo por un momento.
— Si te lo dijera, tendría que hacerte lo mismo que al payaso de hace un rato. — dispara justo en el centro de la diana, sin titubear.
Sonrío, impresionado. Es perfecta.
— Me gusta cuando eres así de peligrosa — bromeo, aunque una parte de mí lo dice en serio. Hay algo en ella, algo salvaje y descontrolado, que me atrae de una manera que no puedo explicar.
Ella me mira de reojo, con una mezcla de diversión y advertencia en sus ojos, y es en ese momento cuando me doy cuenta de lo mucho que me atrae su faceta oculta. La frialdad calculada con la que se maneja en situaciones como esta, la seguridad con la que dispara… todo en ella grita poder. Pero al mismo tiempo, me da miedo. No por lo que ella es capaz de hacer, sino porque si la dejo entrar más de la cuenta, podría perderla cuando viera lo que realmente significa estar en mi mundo.
— Mejor concéntrate en no perder — me dice con esa sonrisa arrogante que me recuerda que para Elizabeth, todo es una competencia.
Asiento, tomando el arma de nuevo y colocándome en posición para disparar. Tres tiros, rápidos y certeros, todos cerca del centro. No necesito mirar a Elizabeth para saber que la he impresionado, pero quiero ver su reacción.
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IMPERIO OCULTO ( La sombras de la mafia)
RomanceHe escuchado que 'el pasado siempre vuelve', y no importa cuánto intentes ocultarlo, siempre encontrará la forma de atormentarte. Construí mi imperio en las sombras, impulsado por una necesidad de venganza que no comprendía del todo. Pero cuando el...