Capitulo 13

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Veo el avión privado aterrizar, sintiendo cómo una mezcla de emoción y alivio se apodera de mí

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Veo el avión privado aterrizar, sintiendo cómo una mezcla de emoción y alivio se apodera de mí. En ese avión vienen dos de las cosas más valiosas que tengo en este mundo. Cuando me mudé a España, un contratiempo me impidió traerlos conmigo, y desde entonces, cada día ha sido un recordatorio de su ausencia. Hace dos días, mandé a Lucía a buscarlos, y hoy, finalmente, llegan.

El rugido de los motores al tocar tierra me sobresalta, pero no dejo de mirar la pista. Mis manos están ligeramente sudorosas, un reflejo de los nervios que no puedo esconder. Nunca imaginé que separarme de ellos sería tan difícil, pero ahora que están a punto de regresar, una sensación de paz me envuelve.

El avión se detiene, y siento como si el tiempo se hubiera ralentizado. Cierro los ojos por un momento, recordando la última vez que los vi, la despedida apresurada que me dejó con un vacío que ningún éxito o poder ha logrado llenar.

Finalmente, las puertas del avión se abren, y solo ellos y Lucía descienden. Mis ojos se clavan en esas dos figuras familiares que tanto he extrañado. Y entonces, los veo: Kali y Max.

Un nudo se forma en mi garganta al verlos. Corren hacia mí, sus pequeñas caras llenas de alegría y alivio, como si supieran que esta vez no habrá más despedidas.

Me arrodillo para recibirlos, y en ese momento, todo lo demás deja de importar. Los reviso para asegurarme de que están bien; ellos no dejan de moverse y lamerme con entusiasmo. Mis bebés están aquí. Kali y Max son hijos de Rocco, quien falleció hace unos años, dejándome a estos dos pequeños. Son iguales a su padre, dos pastores alemanes de raza pura.

-¿Me extrañaron, mis amores? -les pregunto con una sonrisa mientras ellos mueven la cola desenfrenadamente.

-Se nota que te extrañaron -dice Lucía con una sonrisa, observando la escena.

-¿Cómo les fue en el vuelo? -pregunto, aún acariciando a Kali y Max.

-Todo estuvo bien. Kali está mucho mejor; al parecer, ya no le sientan tan mal los vuelos -responde Lucía, tranquila.

-Eso es bueno -asiento, sintiendo un alivio genuino. Tenerlos de vuelta me hace sentir completa, como si todo finalmente estuviera en su lugar.

-¿Qué hay de mi gente? -pregunto, volviendo a la realidad y recordando que aún faltan otros elementos importantes.

-Su vuelo salió unas horas después del nuestro, por lo que llegarán esta noche. Pero tranquila, estarán aquí a tiempo -responde Lucía con calma, notando mi inquietud.

-Más les vale -murmuro, intentando controlar la impaciencia que siento.

Lucía asiente, y en su mirada puedo ver que comprende lo que está en juego. Ella sabe que no me gusta que las cosas salgan mal, especialmente en momentos como este, donde la precisión lo es todo.

Me enderezo, tomando una respiración profunda mientras Kali y Max se mantienen a mi lado, como dos sombras leales. Esta noche será crucial, y necesito que todos estén en su lugar. No hay margen para errores.

IMPERIO OCULTO ( La sombras de la mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora