Entré al club de los Moretti con cautela. Leonardo me había enviado una invitación para hablar sobre el enemigo en común que había atacado este lugar, así que venía más preparado que nunca: con la cara cubierta y mi gente armada.
Estaba en la zona VIP, donde los Moretti estaban inmersos en conversaciones animadas, bebiendo y fumando. Mi atención, sin embargo, se desvió hacia la barra. Allí, entre las luces neón y la multitud, vi a alguien que me resultaba familiar. Me aproximé un poco más, recargándome en el barandal para observar mejor.
La figura parecía ser Pantunflitas. Aunque la distancia y las luces dificultaban distinguir claramente su rostro, no podía ser otra. Ella estaba hablando con una chica a la que tomó de la muñeca y se la llevó hacia un rincón más apartado del club. Su vestido ajustado destacaba en el ambiente nocturno, y no podía evitar preguntarme qué hacía aquí. ¿La habrán invitado? ¿O había venido con alguien más?
Me quedé allí, observando en silencio. La presencia de Pantunflitas en este entorno me desconcertaba. Mientras la veía moverse, sentí la necesidad de permanecer alerta.
Un hombre apareció en el escenario, capturando la atención de todos en el club.
— Creo que es momento de inaugurar este gran club, y qué mejor manera de hacerlo que con un show —dijo el hombre con una gran sonrisa—. Así que les pedimos a todos que se acerquen y tomen asiento, porque lo bueno está por comenzar.
Los Moretti se levantaron y comenzaron a moverse. Leonardo me hizo una señal para que lo siguiera, y descendimos hacia la planta baja, sorteando la multitud hasta llegar a una mesa bien situada desde donde se podía apreciar el escenario perfectamente.
— Hubo un pequeño cambio de planes —anunció el hombre—, pero no se preocupen, porque tenemos una invitada sorpresa.
Los hermanos Moretti se miraron entre sí, confundidos, mientras yo observaba desde mi asiento con un vaso de whisky en la mano.
— Tenemos una invitada muy especial que viene desde Estados Unidos —hizo una pausa dramática—. Señores y señoras, con ustedes... —otra pausa— La Esmeralda.
Las luces se apagaron, y la música comenzó a sonar. Las luces fosforescentes iluminaron el escenario, revelando a la mujer llamada La Esmeralda que descendía de un tubo del techo. La música seguía su curso, y aunque solo se veía su figura, sus movimientos sensuales captaban toda mi atención.
— Carajo —escuché a alguien a mi lado murmurar.
Los hermanos Moretti comenzaron a susurrarse cosas al oído, intentando que nadie los escuchara. Sus ojos estaban fijos en la figura de la mujer que danzaba con gracia y una confianza innata. La silueta de la mujer era absolutamente tentadora. Llevaba puesta una bata que, con un movimiento elegante de su muñeca, dejó caer al suelo, revelando un atuendo aún más llamativo que acentuaba cada curva de su cuerpo.
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IMPERIO OCULTO ( La sombras de la mafia)
RomanceHe escuchado que 'el pasado siempre vuelve', y no importa cuánto intentes ocultarlo, siempre encontrará la forma de atormentarte. Construí mi imperio en las sombras, impulsado por una necesidad de venganza que no comprendía del todo. Pero cuando el...