Hace un rato que estoy en mi oficina, tratando de procesar lo que ocurrió en el club. Fue una emboscada, claramente. Querían a alguien, pero aún no sé si era a mí, a Leonardo, o a alguien más. La incertidumbre me carcome.
Sin embargo, eso no es lo que más me inquieta. Es esa chica de ojos verde esmeralda. Cuando fui a buscarla al baño para sacarla de allí, había desaparecido sin dejar rastro. No puedo quitarme de la cabeza la pregunta de si está bien o si la volveré a ver alguna vez.
—Hermano —dice Giovanni, entrando en mi despacho con rostro serio—. Esto estaba planeado desde el principio.
—Lo sé —respondo, aún con la mente en mil cosas.
—¿Quién crees que esté detrás de esto?
—Los Moretti —interviene Marisa, mi hermana menor, con determinación—. No querían negociar desde el principio.
—No estoy tan seguro —respondo, sacudiendo la cabeza—. Leonardo puede ser un jugador astuto, pero no sería tan tonto como para desencadenar una guerra en el club más importante de su territorio. Les costaría demasiado.
—Además, Leonardo no toma decisiones solo —agrega Giovanni—. Siempre consulta con Massimo y necesita el visto bueno de Leopoldo.
—Entonces, ¿quién diablos lo hizo? —pregunta Marisa, cruzando los brazos.
Antes de que pueda responder, mi jefe de seguridad entra en la oficina con urgencia.
—Señor, acaba de llegar un mensaje.
—¿De quién? —pregunto, anticipando lo peor.
—De Leonardo. Quiere reunirse con usted.
Mis ojos se entrecierran mientras mi mente trabaja rápido. Una reunión ahora podría ser una trampa... o la única oportunidad de entender lo que realmente está pasando.
—Dame más información.
—Quiere verse en un edificio abandonado. Según lo que dijo, es un lugar seguro.
Miro a mis hermanos, quienes tienen los ojos fijos en mí, esperando mis órdenes.
—Está bien —digo finalmente, aceptando la propuesta.
—¿Estás loco, cierto? —dice Marisa, con incredulidad y preocupación.
—Dile que yo no iré. Que vaya Giovanni en mi lugar.
Miro a mi hermano, quien empieza a comprender la decisión, mientras Marisa nos observa en silencio, con una mezcla de sorpresa y preocupación.
...
Nos bajamos de las camionetas, rodeados de hombres armados. Yo, entre ellos y sin distinguirme, me cubro la cara para pasar desapercibido. Caminamos y aseguramos la protección de Giovanni, o eso creen, ya que en realidad estoy en medio de ellos.
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IMPERIO OCULTO ( La sombras de la mafia)
RomantizmHe escuchado que 'el pasado siempre vuelve', y no importa cuánto intentes ocultarlo, siempre encontrará la forma de atormentarte. Construí mi imperio en las sombras, impulsado por una necesidad de venganza que no comprendía del todo. Pero cuando el...