Años atrás...Me acerqué lentamente, mis pasos resonando en la habitación vacía. La chica de pelo rubio me observaba, tensa pero desafiante. No aparté la mirada ni por un segundo.
- ¿Quién eres? -mi voz salió baja, pero afilada como un cuchillo.
- Eres Elizabeth Lambordo, ¿cierto? -respondió ella, con un toque de seguridad que me molestó. No estaba en posición de hacer preguntas.
Le di una pequeña sonrisa, fría, sin emoción.
- Te hice una pregunta primero, niña. ¿Quién eres?
Noté cómo sus manos temblaban, apenas perceptible, pero lo suficiente para saber que estaba fuera de su liga.
- Eres la hermana de Leonardo... -insistió, como si decirme lo que ya sabía le diera algún tipo de ventaja.
Fruncí el ceño, dando un paso más cerca, inclinándome un poco hacia ella, mi presencia dominando el espacio entre nosotras.
- ¿Quién te dio esa información? -mi tono se volvió glacial, cada palabra un recordatorio de que estaba jugando con fuego-. Si sabes quién soy, también sabes de lo que soy capaz. No me hagas repetir la pregunta, chiquilla.
Ella tragó saliva, su valentía desmoronándose en cuanto entendió el peligro que corría.
La miré fijamente mientras sus palabras resonaban en la habitación. Mis ojos se desviaron brevemente hacia sus manos, que acariciaban su vientre. Un pequeño bulto, la prueba de que esperaba un hijo. Apretó los labios antes de hablar, su tono más suave de lo que esperaba en una situación como esta.
- Soy Marisa Russo -dijo, sin apartar la mano de su vientre-. Necesito tu ayuda.
No respondí de inmediato, dejé que el silencio se alargara mientras estudiaba su expresión. Sus ojos, nerviosos pero determinados, no podían esconder el miedo. Finalmente, hablé con la misma frialdad que siempre mantengo al enfrentar este tipo de situaciones.
- ¿Quién te dijo que Leonardo es mi hermano?
- Él me lo dijo -respondió, con una mezcla de miedo y esperanza en la voz-. Me dijo que tenía una hermana que podría ayudarnos.
Mis labios se torcieron en una pequeña mueca de disgusto. ¿Leonardo la había metido en esto? No podía imaginarme a mi hermano compartiendo información tan delicada sin razón.
- ¿Te dijo dónde buscarme? -pregunté, mi tono gélido.
Marisa negó con la cabeza, un destello de nerviosismo cruzando su rostro.
- No... solo me mencionó eso. Tiempo después, revisando su teléfono, encontré tu número y algunas capturas de noticias donde eras reconocida. Al principio no creí que tú fueras su hermana, no hasta que un día te escuché hablar con él... y entonces lo supe.
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IMPERIO OCULTO ( La sombras de la mafia)
Storie d'amoreHe escuchado que 'el pasado siempre vuelve', y no importa cuánto intentes ocultarlo, siempre encontrará la forma de atormentarte. Construí mi imperio en las sombras, impulsado por una necesidad de venganza que no comprendía del todo. Pero cuando el...