Capítulo 30: El Rey de los Dolores de Cabeza es Fan de Bond

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Profecía:

Habrá seis al principio y al final.

Uno de ellos será enemigo y uno será amigo.

Una elección; la mente o el corazón.

Los oídos del amante serán sordos y sus ojos ciegos.

Engañarte él intentará.

Para el malestar del Dios del hoyo.

Un antiguo dios cubrirá.

Un camino final que se avecina: destruir o salvar.

Capítulo:

VIDEO: la autora lo relaciona a Tártaro.

Todos miraron al dios que hablaba con sorpresa en sus rostros, ni habiendo esperado su presencia. Bueno, excepto Katie.

"Ah, eres tú". Katie puso los ojos en blanco.

"Tienes razón". Contestó Tartarus con una sonrisa que le quedaba muy rara al dios del pozo. Percy se preparó para el fuerte dolor de cabeza que le da sólo hablar con él. Percy deseaba que Tartarus se mantuviera frío como cuando lo conoció. "¿Me extrañaron?"

"Oh, muchísimo". Dijo Rachel sarcásticamente. "Nos encanta cuando apareces inesperadamente".

Tártaro soltó su espeluznante y fria risa, haciendo que escalofríos involuntarios recorrieran las espinas dorsales de los siete. Los ojos del dios se volvieron más fríos, indicando un cambio en él. "Te burlas de mí, semidiosa. No me agradan quienes que me faltan al respeto".

Percy se retractó de todo. Quería al otro Tártaro de vuelta, ahora mismo.

"¡Qué lástima!" Katie gritó, mirando al dios de la fosa. "¡No nos importa lo que pienses! No eres más que un dios viejo y chiflado que cree que puede...". Su voz se quebró cuando vio las miradas de pánico en las caras de todos por su arrebato. Al parecer, no se dio cuenta del cambio de humor de Tártaro, y tragó saliva visiblemente ante los agujeros negros que perforaban en ella.

"Quería ser piadoso". afirmó Tártaro, con una furia evidente en su voz. "Pero ahora..."

Pero antes de que el dios de la fosa pudiera continuar, un gran juguete masticable para perros le golpeó en la cara y chirrió al dar en el blanco.

Diciendo lo obvio, Clarisse gritó: "¡CORRAN!".

Tan rápido como pudieron, los siete corrieron por el pasillo, dejando atrás al muy molesto Tártaro. Percy miró a Nico, que tenía una mirada muy decidida mientras corría. El hijo de Poseidón pudo ver cómo los engranajes giraban en su cerebro, haciéndole preguntarse en qué estaría pensando. ¿Estaba Nico pensando en las pesadillas de Cupido?

"¡Date prisa sesos de alga!" Gritó Annabeth, sacudiendo al semidiós mayor fuera de sus pensamientos y le agarró de la mano, tirando de él. Al parecer, no estaban de humor para charlar con él. Percy no podía culparlos en absoluto, porque él tampoco lo estaba.

"Lo perdimos". jadeó Octavio, deteniéndose a descansar un momento. Percy no pudo evitar pensar que el oráculo romano hablaba demasiado pronto cuando una voz maligna resonó por el pasillo.

"Hablas demasiado pronto, semidiós". se burló Tártaro muy cerca de ellos. "Tenemos negocios pendientes que discutir".

"¡No soy un hombre de negocios!" le gritó Percy al dios de la fosa.

Tártaro siseó molesto. "¡Vas a pagar por tus astutas palabras, Percy Jackson!"

"¡Pues me declaro en bancarrota!" Percy replicó, añadiendo mentalmente otro poderoso dios a la lista de personas que querían acabar con él. Al semidiós mayor solo le faltaba uno para alcanzar la fantástica cifra de 100 enemigos. Un hurra por eso.

"Argh!!!!" gritó Tártaro, levantando las manos como una chica enloquecida. "¡No hagas eso!" Gimoteó.

"Bienvenido al club". Murmuró Nico en voz baja.

"¡Hey!" Percy gimoteo a Nico. "¡Pensé que estabas de nuestro lado Nico!" Él hizo un puchero, haciendo que el hijo de Hades se asombrara internamente.

"Es que tiene razón". Dijo Nico para burlarse un poco del semidiós mayor. Pero no podía negar saber que era cierto. Percy era un sabelotodo.

"Pero..." Percy fue interrumpido por Katie que corría hacia ellos, tomándolos de las manos, y arrastrando a los adolescentes que protestaban.

"¡Dejen de discutir como viejos casados!" los regañó Katie.

Y eso logró que se callaran.

Por no hablar de que Tártaro se apareció de repente frente a ellos.

"Nunca podrán escapar de mí, semidioses". Tartarus presumió como el clásico villano, haciendo que Percy se preguntara si había visto demasiadas películas de acción. "Yo siempre gano".

"¿Ah, sí?" replicó Percy. Sacó su bolígrafo y lo destapó, el bronce brillando a la luz. "Entonces ya te toca". Con eso, Percy cargó contra él como un maestro, su espada levantada en el aire épicamente.

Aquello fue, por mucho, lo más estúpido que había hecho en toda su vida.

Tártaro se rió cuando Percy cargó contra él, con las cejas levantadas (al menos Nico pensó que lo estaban, ya que el dios no tenía ninguna). El dios de la fosa lo apartó fácilmente, haciendo que Nico y Annabeth gritaran "¡Percy!" al mismo tiempo. Los ojos de Annabeth estaban llenos de tanta emoción, parecía como si el mundo se hubiera acabado. Nico no podía culparla.

Percy se puso de pie tan rápido como pudo, haciendo una mueca de dolor ya que sus costillas agrietadas palpitando dolorosamente. Puso a Contracorriente en posición defensiva, listo para otro ataque.

Tártaro lo observó recuperarse del golpe con sus ojos rojos brillando con diversión. "Ríndete, Percy Jackson. Nunca podrás vencerme".

De repente, Percy saltó hacia delante, su espada de bronce chocando con el hierro negro. "¿Esperas que me detenga?".

Los ojos de Tartarus brillaron de risa. "¡No Sr. Jackson, espero que mueras!" (Referencia a Bond)

Y fue entonces cuando una luz lo cegó.

NOTA: Creo que esta fic esta maldita amistades, mi laptop se malogró justo cuando terminé de editar todos los caps lmao, pero no se preocupen porque voy a continuar desde mi teléfono.

Y bueno, muchas gracias a quienes siguen leyendo, y por sus votos y comentarios<33 verdaderamente mis reales.

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To Hold Up the Sky (Percico/Pernico) TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora