To Hold Up the Sky (Percico/Pernico) Traducción

Capítulo 27: La Sabiduria Da A La Búsqueda Algo Nuevo

Profecía:

Habrá seis al principio y al final.

Uno de ellos será enemigo y uno será amigo.

Una elección; la mente o el corazón.

Los oídos del amante serán sordos y sus ojos ciegos.

Engañarte él intentará.

Para el malestar del Dios del hoyo.

Un antiguo dios cubrirá.

Un camino final que se avecina: destruir o salvar.

Capítulo:

Todo el mundo miraba al oráculo en estado de shock. La atmósfera alegre por la milagrosa recuperación de Percy se había desinflado como un globo, un ambiente malhumorado cayendo entre los siete. La luz en sus ojos parecía disminuir mientras se miraban el uno al otro. Un pensamiento hacía eco entre ellos: ¿Cuál de nosotros va a perecer para siempre?

"Debemos empezar a movernos." Annabeth dijo, rompiendo el pesado silencio. Agarró el bolso que había soltado y lo colocó sobre sus hombros. Sin mirar a nadie, comenzó a caminar, con los ojos más fríos que nunca.

Con las mejillas ligeramente rojas por llorar delante de todos, Nico ayudó a Percy a ponerse en pie y tomó sus cosas, así como las de Percy. Se volvió hacia los esqueletos. "Están despedidos".

Con expresiones aterradoras en sus rostros, el ejército se derrumbó en una enorme montaña de huesos.

Cuando todo el mundo tuvo sus cosas listas, se apresuraron tras Annabeth, que estaba un poco lejos de ahí. Resoplando un poco, Katie le preguntó: "¿Por qué hiciste eso?"

Annabeth miró a Katie con fastidio en su rostro, lo que hizo que la hija de Deméter tragara. "Tenemos que completar esta misión tan pronto como nos sea posible." Con un suspiro, añadió, "Estoy cansada de esperar."

"B-Bien." Katie respondió, sin saber qué decir a eso. Ella caminaba junto a la rubia en silencio, sintiéndose mal. ¿Por qué tenía que ser tan mala?

Mientras tanto, Percy apoyaba a un débil Nico, quién había sido quedado agotado por la cantidad de energía que había utilizado para convocar a ese gran ejército de muertos vivientes. Sus ojos negros dejaban notar su cansancio, además de las sombras debajo de ellos. Percy miraba a Nico con una expresión de preocupación en su rostro, porque el hijo de Hades se veía como si fuera a colapsar en cualquier momento.

"Percy". Nico llamó con voz ronca, mirándolo con cansancio.

"¿Sí, Nics?" Preguntó Percy, notando que Nico no sería capaz de hacerle daño por decirle así en su estado actual. Hehe.

"Gracias." El semidiós más joven dijo, demasiado cansado como para decir algo más. Sintiendo que sus ojos parpadeaban por cerrarse, se desplomó.

"¡Nico!" Percy gritó, sorprendido por el desmayo repentino. El hijo de Poseidón se regañó internamente. Debía haber sabido que Nico haría eso.

"Percy... el rayo." Nico murmuró adormilado.

"¿El qué?" Percy miró el semidiós más joven con una expresión de sesos de algas en el rostro, Nico quería gritarle. Pero estaba demasiado cansado para hacer algo, por lo que sólo lo miró expectante, sus ojos revoloteando mientras trataba de mantenerse consciente.

"¡Oh, sí! Ahora me acuerdo..." Percy fue por la mochila de Nico, buscando a un viejo amigo suyo: El rayo maestro de Zeus. El cilindro chispeó y zumbó por la energía, el símbolo del poder tan majestuoso y poderoso como siempre. "Me pregunto qué estaba haciendo en ese cuarto en el lab-"

"¡Percy!" Annabeth corrió hacia él, sin ver al ahora dormido Nico y mirando sólo al rayo. Sus tormentosos ojos grises se abrieron cuando lo vio de cerca. "¿Por qué tienes rayo maestro de Zeus?"

"Ah, sobre eso..." Percy se frotó la parte posterior de su cuello, sintiéndose muy incómodo. "Bueno... nosotros encontramos una habitación del laberinto que estaba justo al lado del lugar donde Nico y yo nos quedamos. Y cuando le echamos un vistazo más tarde, vimos esto tendido en el suelo..."

"¡¿QUÉ?!" Annabeth gritó, provocando en Percy una mueca de dolor visible. Nico se agitó ligeramente en su sueño, por lo que fue más difícil para el semidiós mayor no dejarlo caer.

"¿Qué he hecho?" Lloriqueo Percy.

"¡Idiota!" Gritó Annabeth. "¿Qué estabas pensando, al tomar el rayo cuando fue puesto con la clara intención de permanecer allí? ¡Los dioses tenían sus razones!"

"¿Cómo qué?" Preguntó Percy, la confusión grabada en su rostro.

"Es obvio." Annabeth espetó. "Zeus ya no está en el poder."

Percy se quedó allí por un momento, los engranajes en su cabeza lentamente procesaban lo que ella había dicho. Pero cuando hicieron clic, su boca se abrió en shock total y absoluto. "¡¿QUÉ?!"

Annabeth rodó los ojos. "¡Por fin, sesos de algas! Su dominio está prácticamente destruido con el dios del cielo aplastándolo todo. ¿Realmente crees que todavía seguiría siendo el dios principal si no tiene nada sobre lo que gobernar?"

"Pero... Pero ¿quién encabeza a los dioses ahora?" Percy farfulló.

Los ojos de Annabeth se oscurecieron. "Ese es el problema Percy. No lo sabemos. En este momento, tal vez sea Hades o Poseidón quien tome esa posición."

"¿Poseidón o Hades? ¿Pero eso no sería desastroso?" Percy preguntó con incredulidad en su voz.

"Es probable. Y no se podría resolver." Annabeth estuvo de acuerdo. "Y por eso tenemos que hacer que el cielo se levante otra vez. Por no hablar de lo que los seres humanos atrapados en lugares subterráneos pueden ser salvados."

Percy se detuvo y se volteó para mirar a Annabeth, el entendimiento reflejándose en su rostro. "Estás preocupada por tu padre, ¿no es así?"

Annabeth no respondió por un momento. Ella bajó la mirada, sus ojos fríos viéndose abatidos. "Lo estoy." Ella admitió. "La gente sólo puede permanecer así durante una semana, una semana y media como mucho. Han pasado ya cinco días."

Percy no sabía qué decir. No ha pasado un día sin pensar en su madre y Paul. Cuando llamó al celular de su madre desde el campamento, nadie había respondido. Y el celular era un invento de Leo, que no necesita ningún tipo de cable ni nada. Simplemente hay que marcar a cualquier teléfono que uno quiera a llamar y llama. Pero no funciona para los mensajes de texto, sólo con llamadas. Él esperaba de todo corazón que Sally hubiera perdido la llamada.

No sabía si podría soportarlo de nuevo si ella se había ido.

NOTA: Hola, no estoy muerta.

El próximo capítulo será publicado en febrero o un poco antes.

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Huele a muerte por aquí.

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