To Hold Up the Sky (Percico/Pernico) Traducción

Capítulo 9: Querido Diario

POV Misterioso.

El calor del vapor en el aire de verano flotaba en el lugar donde una adolescente quitaba la suciedad y la mugre de su cabello. Los músculos de su espalda perdieron la tensión con el agua caliente empapando su piel, haciéndola relajar visiblemente. Los últimos reflejos del sol hacían brillar el agua de la ducha, y también hacía que su cabello de viera algo rubio. Su cuerpo delgado permitía un montón de espacio en la ducha para poder moverse hacia atrás y adelante al ritmo de una canción que se le había quedado pegada en la cabeza. Cuando el agua se volvió fría, la chica cerró de la ducha y ató una toalla alrededor de su cuerpo.

Se puso una túnica azul difusa y se acercó a su cabaña. El cielo estaba considerablemente oscuro, mostrando a los adolescentes que se había pasado por mucho la hora de acostarse. Oh bien. En el camino hacia su litera, sus manos agarraron un desgastado libro de cuero familiar, sus páginas sembradas junto a una cadena de color oscuro. Letras negras y viejos escritos en sharpie que habían sido garabateados en la portada y manchas de brillo que se desvanecían a lo largo de los bordes. Cuando la muchacha puso el libro en un escritorio viejo, de madera, las páginas ligeramente amarillas crujieron al voltearse. Pasando por casi todo el libro, ella finalmente abrió una página en blanco, vacía. Tomó un bolígrafo negro y liso, ella lo destapó y comenzó a escribir...

Querido Diario,

Sé que ha pasado menos de un día desde que he escrito algo nuevo en este libro. Como ya sabes por la entrada anterior, las cosas han sido agitadas con el cielo cayendo y todo eso. No es como si todos los días Tártaro decide repentinamente comerse literalmente a Atlas y soltar el cielo sobre el mundo. Y por no hablar de la locura habitual que esto conlleva. No puedo describir lo loco que ha sido para mí. Esta búsqueda está resultando ser aún más loca que la guerra del Titán. ¡Incluso más que la guerra con la misma Diosa de la Tierra!

No puedo dejar de escribir sobre ella, diario. No puedo dejar de escribir sobre su hermoso cabello rubio, sus atractivos ojos grises tormentosos, o su maravilloso rostro fuertemente alineado. Simplemente no puedo. Ella es demasiado perfecta para que yo no la mencione en cada entrada del diario que escribo. Duele no hablar con ella. Duele no reír con ella, o sonreír, o incluso no charlar con ella.

La quiero tanto. Quiero planear batallas con esa chica. Quiero correr a su lado durante captura de la bandera. Quiero sentarme con ella en una cafetería y hablar sobre cosas al azar. Quiero estar con ella cada minuto del día. Pero no puedo. Yo no trato de estar más cerca de ella porque sé que no sería suficiente. Yo sólo me lastimaría al final si lo intento. Así que me quedo lejos para el bien de ambas.

Desde el primer día yo siempre la he admirado. La primera vez que la vi no estaba demasiado impresionada. Pero cuando me enteré de la época en que apuñaló a un cíclope en el pie para salvar a sus amigos, inmediatamente tuve un gran respeto por ella.

Como ella, llegué al campamento cuando se suponía que debía estar en una escuela primaria. Después de todo, yo no tenía a nadie. Fui criada en un orfanato de Nueva York. Había sido un lugar desagradable, por lo que había escapado hasta que el entrenador Hedge me encontró y me rescató de las calles. Así que, desde entonces, siempre he estado aquí, en el campamento.

No sabía que me gustaba, no por un tiempo muy largo. Fue cuando yo tenía doce años que me di cuenta de que no solo la admiraba. Fue en un día soleado y brillante, ella estaba tomando un paseo por el bosque. Yo la había estado siguiendo de cerca como de costumbre, fuera de su vista, en los árboles, cuando ella tropezó repentinamente con una raíz y cayó de bruces en el suelo.

"Oh por los dioses, ¿estás bien?" Yo había preguntado, corriendo a su lado para ayudarla a levantarse.

"Estoy bien." Ella había respondido, negándose a recibir mi ayuda y levantándose por su cuenta.