27| La ira y sus consecuencias

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Busan, Corea Del Sur.

JungKook despertó viendo todo borroso y muy claro. Movió su vista a los lados confundido hasta que enfocó unos aparatos de hospital y las paredes totalmente blancas.

- Despertaste muy tarde, dormilón. - dijo YoonGi a su lado, brindándole una suave sonrisa.- Por poco no la cuentas. - dijo burlón y JungKook siseó al mover su cabeza muy rápido.

- Lalisa me golpeó. - logró decir en un gemido de dolor por su cabeza que palpitaba constantemente.

- La muy perra huyó al momento. BaekHyun la siguió pero la perdió de vista en el tráfico de la ciudad. - contó con suavidad y el menor se quejó esta vez por no haber cumplido lo que quería.- Si hubiésemos ido con la policía todo hubiese salido muy bien. Pero eres tan terco.

- ¿Qué hora es? - preguntó confundido en un gemido suave del cansancio que lo abarcaba.

- Casi las dos de la tarde. - contestó y JungKook lo miró sorprendido.

- Ha pasado mucho tiempo... - se incorporó sentándose en la cama y luego buscó levantarse.

- Esperábamos que te despertaras para que el doctor te diera el alta. Pero levántate con cuidado. - le extendió su mano y JungKook la tomó para levantarse.

- Me hace un zumbido en la cabeza... - se quejó cerrando sus ojos fuertemente.

- No es para menos, tienes tres puntos detrás de tu oreja. - mencionó burlón y JungKook parpadeó varias veces antes de poder sostenerse por sí solo.

- Es una maldita zorra... - siseó con rabia para tomar su ropa a los pies de la cama.- Te juro que voy a tomarla del cuello hasta que no pueda respirar. - soltó en un gruñido para terminar de subir su pantalón y abrochar este.

- ¿No que no te haría nada? - preguntó alzando sus cejas.

- Me tomó desprevenido... La estaba besando hasta que sentí el golpe en mi cabeza y luego caí al suelo. - recordó y negó.- Me voy a bañar y voy a la policía, me siento asqueroso luego de haberla besado y masturbado. - dijo con una mueca de repulsión.

YoonGi asintió de acuerdo y lo esperó hasta que terminara de vestirse, luego juntos salieron de ese hospital para encaminarse hacia el apartamento que él menor poseía a unas calles de su posición.

『-♠︎-』

JungHyo resopló intranquilo luego de recibir la llamada del guardaespaldas de JungKook. Ambos quedaron de acuerdo en que no asistiría al hospital y mucho menos le diría a JungKook que él sabía lo ocurrido, sabía muy bien que sería seco con él y le diría que no se metiera en sus cosas.

El mayor, que ahora estaba detrás de su escritorio suspiró al recordar que al instante en que JungKook salió él llamó a la policía para que fuera detrás de el menor; y por suerte estos llevaron paramédicos.

Estaba preparado para cualquier cosa desde que supo que Lalisa había huido, y la alerta en las entradas del edificio estaban puestas. Ella vendría por él, estaba seguro de eso.

Y como si el destino llegara desde su pensamiento vio la puerta abrirse de golpe para luego cerrarse con la misma fuerza. Una mujer ahora platinada y de cabello largo entró a su oficina apuntando hacia él con un arma. El pelinegro tragó fuerte y con cautela presionó el botón de emergencia debajo de su escritorio.

- ¡Tú me traicionaste, hijo de perra! - gruñó molesta y JungHyo se levantó lentamente.- ¡Quédate quieto! - exclamó.

- Lalisa... Baja esa arma. - pidió suavemente y ésta no le hizo caso. Él vio fijamente su rostro mojado por las lágrimas y sus ojos rojos de ira.

On My Way © JK 「LIBRO 2」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora