23| No nos dejes

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— JungKook. — llamó ella con suavidad. El pelinegro, que permanecía sentado a los pies de la cama, la miró por un momento antes de bajar la mirada. Caminó hacia él y se puso de cuclillas al frente.— Cariño, tranquilo... — peinó su cabello que caía como una cascada oscura.

— No puedo, EunJi... Me siento impotente, siento que estoy siendo inútil si espero a que hagan algo. — murmuró ronco.— me alegra que se haya largado lejos de ustedes... — él acarició su mejilla y sonrió leve.— pero siento que puedo hacer más. — susurró en un tono más íntimo.

EunJi lo miró confundida y parpadeó varias veces sin entender. ¿Ahora de qué hablaba?

— ¿Qué quieres decir? — susurró también y él aspiró profundo antes de seguir.

— Que debo ir a Busan. — pronunció firme y sin quitar la suavidad de su tono.

— ¿Estás loco, no? — dijo incrédula mientras JungKook negaba.

— No... Se lo debo a mi padre. — explicó y EunJi sintió sus ojos picar.

— Bien, voy contigo. — con el mismo tono seguro asintió.

— No, EunJi... Iré solo, tú debes quedarte aquí con YuGyeom, lejos, donde no les puedan hacer daño. — tomó el rostro de ella con sus dos manos y admiró sus hermosos labios abultados y sus ojitos de cordero.

— Quiero estar contigo. — exigió pero el mayor siguió negando.— Que sí, iré contigo quieras o no.

— EunJi, entiende. Lalisa me quiere a mi, si estoy allá ella no les hará nada a ustedes, y eso es lo que quiero... Por favor, amor, no me contradigas. — susurró y juntó sus frentes.— quiero tu tranquilidad, y desde que te ví así de nerviosa no he parado de pensar en cómo terminar con ello.

— No me dejes sola... — negó y comenzó a llorar.— por favor, no quiero estar sola de nuevo. — JungKook mordió su labio inferior y acercó el rostro de ella al suyo para besar sus labios con devoción.

— Te juro que voy a volver, amor. — murmuró con la voz cortada mientras EunJi seguía llorando.— No me hagas esto, amor. No quiero irme y que estés así. — pide en un susurro y la rubia niega.— Mi amor...

— ¿A qué hora nos vamos? — preguntó y JungKook suspiró rendido.

— Compraré boletos para las ocho de la mañana. — respondió y ella asintió levantándose. JungKook tomó su mano y la detuvo.— Por favor, amor... Quédate con nuestro hijo.

EunJi no respondió, simplemente soltó su mano y salió de la habitación. JungKook rendido ante la negativa de su esposa se tiró hacia atrás para dejarse caer en la acolchada cama.

『—♠︎—』

— ¿Me dirás qué ocurre para que la policía te esté buscando? — con su voz ronca y su rostro serio JungHyo se dirigió hacia Lalisa que permanecía aislada en una casa vacacional que poseía su familia en las afueras de Busan.

— Me acusan de algo que no hice, es todo. — se levantó del sofá y caminó hacia una ventana, mirando a las afueras en donde sólo se veía el auto del pelinegro que recién llegaba.

Él se acercó a ella con determinación y le tomó de su antebrazo.

— Hablame con la maldita verdad, Lalisa. ¿En qué andas metida? — le gruñó y tan pronto como ella se giró él sintió algo puntiagudo presionar su abdomen. Bajó su rostro y vio un arma blanca.

— No me provoques, JungHyo. — siseó con sus ojos muy abiertos.

— Maldita loca. — escupió soltando su brazo.

On My Way © JK 「LIBRO 2」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora