『—♣︎—』
Las Vegas NV, U.S.A.
El pequeño volvió a reír con las caras raras y graciosas de su mamá.
— Ahora el pez, mami. — Pidió entre risas y EunJi se colocó visca mientras abultaba los labios.
El pequeño se rio a carcajadas y aplaudió contento por las caras graciosas que habia hecho su mamá de varios animales que élle había pedido. EunJi se unió a sus risas y lo abrazó dejándole un beso en su cabeza.
— Te amo, mi niño. — dijo contra su cabeza mientras cerraba sus ojos aspirando el aroma suave del champú en la cabecita de él.
— Yo también te amo, mami. — respondió rodeándola con sus bracitos en el cuello.
— Quieres un caramelo ¿No es así? Por eso me abrazas así de fuerte. — le dijo juguetona y el pequeño apretó su agarre.
— De fesha, mami. — pidió entre risitas.
EunJi le hizo cosquillas y ambos rieron juntos para caer de espaldas a la acolchada cama de la rubia. Últimamente el pequeño dormía con ella y ya se le hizo costumbre.
— Mira travieso, te doy un caramelo si tú vuelves a dormir en tu cama — le pinchó la pancita con su dedo y el pequeño sonrió con falsa inocencia.
— Pedo mami, yo voy a domi contigo hata que papá vueva de la luna. — hizo un gesto con las manos, abriéndolas para explicarle a su mamá el porqué debe dormir con ella.
— ¿Qué? ¿Y por qué haces eso, travieso? — él con una sonrisa se sentó en la cama para ver a su madre desde su posición. EunJi aún acostada lo miró con una sonrisa suave.
Estaba enamorada de su hijo. Era la mejor experiencia que había tenido en su vida, su hijo era todo para ella. Allí viéndolo desde abajo lo detalló nuevamente: su nariz redondita, sus labios finos y de color durazno, sus ojitos redondos y grandes que se notaban muy expresivos, sus mejillas rosaditas y regordetas, su cabello negro y liso, y esa hermosa sonrisa que mostraba sus pequeños dientecitos blancos.
Su hijo era identico a su papá, y si JungKook nunca supo de su existencia verá lo muy guapo e inteligente que era su hijo.
¿Podrá tener el valor necesario para marcarle? Aún estaba dolida por lo que le hizo a ella, pero eso no es excusa para ocultar la existencia de su hijo. Aunque ella no tuvo culpa, ella creyó que él la había abandonado... pero Sook tenía razón, debió hablar personalmente con él sobre un tema de mayor importancia como lo es un hijo. Cometió ese error y JungKook no la perdonaría, pero ya todo estaba hecho.
— Mami, domide contigo podque papá etá en la luna, cuando vueva yo domide en mi cama pada que él te poteja. — explicó moviendo sus manitas y EunJi lo miró con ternura, se rió y lo atrajo a ella desde su bracito para estrecharlo escuchando sus risas.
— Contigo estaré más que protegida, mi niño. — le llenó de besos y el pequeño no dejó de reír en ningún momento.
Tenía que contactar a JungKook pronto, tenía miedo pero una personita la había motivado a hacerlo. Lo hará por YuGyeom.
『—♣︎—』
Busan, Corea Del Sur.
JongIn firmaba unos documentos que debía enviar a la empresa con la cual mantenía negocios para la importación de calzado. Pero su trabajo se vio interrumpido cuando una pelinegra que conocía muy bien atravesó la puerta de su oficina.
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On My Way © JK 「LIBRO 2」
Hayran Kurgu『Segundo Libro de LMC』 ❝ El tiempo hace cambiar a las personas para bien o para mal, a las personas comunes como ellos les cambia de manera radical. Puede que las circunstancias los haya separado de forma abrupta y que el tiempo los haya ayudado a...