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El significado de amar para ambos era la unificación de todos los amores juntos: el amor a sus hijos, el amor a su familia y el amor entre ellos dos. No podían pedir nunca una mejor vida como la que tienen ahora, podían decir que lo tenían todo, lo más importante que eran su bienestar y su felicidad.
— Atrápala, JongSu. — gritó YuGyeom desde el otro lado del jardín, mientras su hermanita intentaba atrapar la pelota.
— No se vayan a golpear. — dijo JungKook a un lado de su esposa. Ambos estaban sentados a un lado de la mesa del jardín mientras veían jugar a sus dos niños en el césped en un domingo por la tarde.
— De acuerdo, papá. — exclamó YuGyeom en respuesta mientras JongSu reía al no poder atrapar la pelota.
— Recuerden no lanzar para acá, pueden golpear a sus papás o a Dae. — exclamó EunJi con una sonrisa amplia mientras su cabello castaño caía a los lados en su pecho.
JungKook se inclinó hacia ella y elevó un dedo para acariciar la mejilla rosada de su pequeño YoungDae, quién reía a carcajadas mientras pataleaba sobre las piernas de su madre.
El tiempo les había sentado de maravilla. Luego de la última conversación sobre un nuevo bebé, pasó quizás un mes para volverlo a tocar cuando JungKook en una cena con su esposa se embriagó en su propia casa, diciendo que quería otro bebé, lo dijo tantas veces hasta que se quedó dormido en su cama. Al día siguiente EunJi decidió que era hora de hablar con él sobre eso. Entre tanta conversación y recuerdos de cuando sus hijos estaban más pequeños; EunJi se dió cuenta que también quería otro bebé, lo supuso cuando días antes estuvo por un buen rato viendo una pijama de YuGyeom cuando era bebé, imaginando otro mini JungKook dentro de esa pijama de perritos. La conversación terminó con un sí de ambas partes, y tras dos meses en tratamiento logró concebir un nuevo bebé.
Los niños estaban más que contentos con la llegada del pequeño Dae, saltaban de emoción cuando sentían las pataditas de su hermanito, y cuando nació se pusieron como locos.
Dae era muy parecido a EunJi con sus labios abultados y nariz pequeña, pero EunJi siempre veía en sus hijos un gran parentesco con su padre, y ahora más que nunca se sentía plena con sus tres hijos, sometiéndose a una esterilización luego del nacimiento del pequeño Dae.
— Amor. — EunJi parpadeó reaccionando de sus pensamientos y miró a JungKook quien tenía una sonrisa. Se veía muy emocionado.— Dae ha dicho 'papá' — dijo emocionado y comenzó a reírse, EunJi lo imitó y le hizo señas a sus otros dos pequeños, JungKook los atrajo a ambos y los abrazó fuerte, dándole un beso a cada uno en sus cabellitos.— Miren el bebé acaba de decir papá. — les murmuró emocionado y los niños sonrieron atentos a cualquier balbuceo del regordete.
— No presionen a Dae... — EunJi les dijo en un pequeño reproche entre risas a los tres espejos que esperaban atentos.
— baabbaa. — balbuceó el bebé mientras intentaba agarrar la nariz de YuGyeom con su manito regordeta y los niños le entrecerraron los ojos a su papá.
— Papá ede u mentidoso. — chilló la pequeña con su flequillo pelinegro cayendo sobre su frente, salió corriendo y YuGyeom fue detrás de ella.
— JongSu, no le digas así a papá. — reprochó YuGyeom para tomar su mano y guiarla hacia la pelota.
— No te emociones tan pronto, amor. Dae apenas tiene diez meses — EunJi le acarició la mejilla a su esposo y luego le tomó la barbilla para darle un corto beso en los labios.
— Es que sí lo dijo, diablita. — susurró en los labios de su esposa mientras le sonreía y acariciaba su nariz.— bueno lo balbuceó. — corrigió culpable y sonrió más amplio cuando se acercó a su hijo menor mientras le hacía mimos.
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On My Way © JK 「LIBRO 2」
Fanfic『Segundo Libro de LMC』 ❝ El tiempo hace cambiar a las personas para bien o para mal, a las personas comunes como ellos les cambia de manera radical. Puede que las circunstancias los haya separado de forma abrupta y que el tiempo los haya ayudado a...