30| Dulce venganza

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『—♠︎—』

JungKook estaba agachado en el pasillo de emergencias cuando Jimin y Jackson lo vieron a lo lejos. El menor estaba con las manos apretando su cabello y constantemente se despeinaba por quizás no saber aún de la mujer que amaba. A pesar de su preocupación llamó a Jimin para que fuera a su apartamento y le buscara algunas prendas que YoonGi ya tenía preparadas.

Ambos chicos se acercaron con rapidez y llegaron a su lado.

— JungKook dios... ¿Por qué te pasan estas cosas, hermano? — Jimin habló decaído desde arriba y JungKook se levantó de inmediato con su rostro hecho un desastre. Volvió a sollozar y el mayor lo abrazó fuerte.— Saldrá de ésta... — susurró.

— Es que no me han dicho nada... — se quejó entre sollozos y se separó para limpiar su rostro y tomar el bolso que Jimin traía.

— No te asustes, los embarazos son delicados; te lo digo yo que pasé por dos derrames con Sook. Te juro que en un momento pensé que perderíamos a JaeHyun. — intentó calmarlo, pero él mismo sabía que no se calmaría con nada; así como le pasó a él tiempo atrás.

— No podré hasta que sepa de ella y mi bebé. — dijo siendo decidido y fuerte, aunque por dentro estaba quebrado.

— No tardarán, estos procesos son rápidos. — dice Jackson mirando hacia los doctores. Palmeó el hombro de su hermano menor y le brindó una cálida sonrisa.

— Allí en el bolso viene lo que pediste y también comida.

— No debiste. — negó viendo los envases.

— Hombre si has estado todo el día en el hospital, seguro ni habrás comido. — comentó el de mejillas regordetas, sonriendo hasta desaparecer sus ojos.— Además fue Jackson quien te preparó la comida. — apuntó y ambos miraron hacia el castaño que veía hacia todos lados distraído.

Algo muy común en él desde hace tres años.

— Gracias, hermano. — el menor agradeció colocando su mano en el hombro de Jackson, sacándolo de su ensoñación.

— No fue nada. — contestó suave.

JungKook suspiró profundo y Jimin notó lo decaído de esta acción.

— ¿Ya Lalisa está bajo arresto? — preguntó suave y JungKook negó.— ¿Volvió a escapar? — preguntó alterado.

— Es una maldita rata escurridiza. — opinó por primera vez el castaño mientras jugaba un juego terapéutico en su teléfono.

El especialista recomendó que entrenara su mente con algunos juegos como esos, según podría ayudarle a volver a mantener su mente activa, y pueda volver a recordar con mayor facilidad además de resolver su problema de concentración.

— En eso sí estamos de acuerdo. — Jimin continuó.— ¿Pero por qué no le has llamado a la policía?

— No me dió tiempo, EunJi se puso mal al instante. — respondió de inmediato y Jimin asintió.— YoonGi se quedó con ella mientras despierta de su inconsciencia.

JungKook pensó en eso último y frunció el ceño molesto, pensando en que por culpa de esa maldita mujer su esposa se encontraba en ese hospital, sin saber de ella ni de su hijo, solo podía pensar en muchas cosas que EunJi le reprocharía. Olvidándose de todo suspiró al ver al doctor que lo atendió hace rato atrás.

— Señor Jeon, de nuevo por acá. — dijo con calma intentando contagiar al pelinegro, pero este se veía tenso.

— ¿Mi esposa cómo está? — preguntó sin seguirle el juego al doctor.

On My Way © JK 「LIBRO 2」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora