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—¡No puedo creer que nos las haya enseñado en clase! —exclamó Hera molesta. Acababan de salir de su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras con Moody. Les había enseñado explícitamente cada una de las maldiciones imperdonables.
—¿Vieron cómo se retorcía?
—Y cuando la mató... ¡simplemente así!
—Dense prisa —dijo Mione, tensa. Ella tampoco había disfrutado de la clase.
—¿No vuelves a la condenada biblioteca? —preguntó Ron.
—No —replicó Hermione, señalando a un pasillo lateral—. Neville.
Hera miró a donde señalaba. El castaño se hallaba de pie, solo en mitad del pasillo, dirigiendo al muro de piedra que tenía delante la misma mirada horrorizada con que había seguido a Moody durante la demostración de la maldición cruciatus.
—Neville... —llamó Hera suavemente colocando una mano en su hombro. Esto lo sacó de sus pensamientos.
Neville la miró.
—Ah, hola —respondió con una voz mucho más aguda de lo usual—. Qué clase tan interesante, ¿verdad? Me pregunto qué habrá para cenar, porque... porque me muero de hambre, ¿ustedes no?
—¿Estás mejor? —preguntó Hera, porque claramente no estaba bien.
—Sí, sí, claro, estoy bien —farfulló Neville atropelladamente, con la voz demasiado aguda—. Una cena muy interesante... clase, quiero decir... ¿Qué habrá para cenar?
Ron le dirigió a Harry una mirada asustada.
—Neville, ¿qué...?
Oyeron tras ellos un retumbar sordo y seco, y al volverse vieron que el profesor Moody avanzaba hacia allí cojeando. Los cinco se quedaron en silencio, mirándolo con aprensión, pero cuando Moody habló lo hizo con un gruñido mucho más suave que el que le habían oído hasta aquel momento.
—No te preocupes, hijo —le dijo a Neville—. ¿Por qué no me acompañas a mi despacho? Ven... tomaremos una taza de té.
Neville pareció aterrorizarse aún más ante la perspectiva de tomarse un té con Moody. Ni se movió ni habló. Moody dirigió hacia Harry su ojo.
—Tú estás bien, ¿no, Potter?
—Sí —contestó Harry.
—Tienen que saber. Puede parecer duro, pero tienen que saber. No sirve de nada hacer como que... bueno... Vamos, Longbottom, tengo algunos libros que podrían interesarte.
—Pero ¿qué pasaba? —preguntó Ron observando a Neville y Moody doblar la esquina.