· Capítulo 01 ·

1.9K 49 1
                                    

A veces no les pasa que están en un sueño, de esos calientes, con la persona que las trae de cabeza, y de repente en la mejor parte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A veces no les pasa que están en un sueño, de esos calientes, con la persona que las trae de cabeza, y de repente en la mejor parte... PUM ¿¿¿te despiertas???

Pues eso es lo que me acaba de suceder a mí y lloro de frustración por no haber puesto el despertador un poquito más tarde y ver qué ocurría. Aunque, me puedo inventar la historia y acabar con un final feliz, a veces lo que inventa tu subconsciente es mucho mejor que las películas de Hollywood.

Y es que, desde que tengo uso de razón, esa persona que me obsesiona, y por la que me acabo de despertar agitada y excitada al máximo, participa de todos los momentos especiales con mi familia, desde las navidades hasta las vacaciones de verano, junto a su esposa Bruna y su único hijo, Junior. Él siempre ha sido uno más de mis tíos. Aunque para mí nunca lo ha sido realmente, es algo más que eso.

Recuerdo que Tomas Black se volvió una completa obsesión justo cuando tenía 13 años. Desde ese momento cambió de ser mi tío a ser algo más, algo que ni él sabía ni yo estaba dispuesta a admitir en voz alta. Lo sentía como algo muy prohibido y producto de mis hormonas en total combustión por mi desarrollo.

Todo comenzó una tarde calurosa de domingo, en pleno verano. Estábamos en el patio de mi casa, él había venido de visita y aprovechó para darse un baño en la piscina, acompañando a mi padre. Ellos hacían eso frecuentemente para hablar de sus cosas de negocios.

Tío Tom, como yo le decía cariñosamente desde niña, y mi padre eran más que amigos, eran como hermanos. Habían crecido juntos, fueron al mismo colegio y luego habían estudiado finanzas en la misma universidad. Por eso estaba tan acostumbrada a verlo a mi alrededor, y eso solo hacía que alimentara más mi imaginación con situaciones pecaminosas imaginarias. Yo era una niña, pero ya el deseo estaba despertándose en mi interior.

Ese domingo, yo estaba sentada en una de las sillas frente a la piscina, refugiada en uno de mis libros favoritos, con mis ojos escondidos detrás de mis gafas de sol, que miraban sin parar al espectáculo de hombre que me comenzaba a despertar cosas que no podía controlar.

En un momento dado, mi padre sale de la piscina, me saluda y me dice que irá a la casa a ducharse porque tiene que salir un momento. Yo asiento con mi cabeza en señal de haberlo escuchado y sigo fingiendo que leo. Me quedé por 10 minutos más allí, mirando como mi querido tío hacía unos largos en la piscina, hasta que se acerca al borde para saludarme.

- Está muy interesante el libro ¿no?

Aparto el libro y lo miro sin quitarme las gafas, respondiendo - Sí, bastante.

- ¿Ese no es el libro que te regalé las navidades pasadas?

- Sí, este es. Me enganchó la historia y ya es la segunda vez que lo leo. Muchas gracias por haber acertado.

- De nada peque, me alegra que te haya gustado tanto. Ya te buscaré otros más.

Y se sumerge en la piscina nuevamente para seguir con su ejercicio. Pasaron cinco minutos más cuando salió y se dirigió a la casa de invitados que estaba justo al lado del área de la piscina, y donde siempre se quedaba cuando venía. Yo lo seguí con la mirada soltando un suspiro. Era demasiado espectacular ese hombre, pero él solo me veía como una niña a la que le gusta leer.

Ardiente Secreto [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora