Ardiente Secreto [+18]

· Capítulo 48 ·

A partir de ese momento, lo vi todo en cámara lenta. Todos al enterarse de lo que pasaba, comenzaron a llamar a sus contactos y Tom y mis hermanos salieron a ver por las calles cercanas si habían visto a una mujer con un bebé. Yo no paraba de llorar y mi madre y mis amigas ya no sabían que decirme para que me calmara. Pero es que no habían palabras de consuelo suficientes que me hicieran efecto, la única solución era que me trajeran a mi bebé de vuelta.

Mi padre estaba atendiendo a la policía que había llegado para revisar las cámaras de seguridad, junto con el encargado del restaurante, que estaba desesperando y ayudaba en todo lo que podía.

Finalmente llegan Tom y mis hermanos, sin ninguna novedad y hablan con la policía. Los veo muy agitados y preocupados, así que me levanto y camino hacia ellos. Lo que sea que esté pasando necesito saberlo.

- Tom...

- Peque, cariño.

- ¿Qué pasa? ¿Han sabido algo? Dime por favor que saben algo de mi bebé... - le suplico llorando.

- Tranquila ¿si? La vamos a encontrar. - me dice limpiando mis lágrimas con sus dedos - Ven siéntate, que tengo que decirte algo.

- Tom no me asustes. ¿Qué pasa?

- Siéntate, por favor, que necesito que me escuches muy bien Peque.

Yo comienzo a llorar por el miedo que siento, no sé qué me va a decir, pero sé que no es nada bueno, ni por su cara ni por las caras de mis hermanos y mi padre, que están allí con nosotros. Mi madre se acerca y me da la mano en señal de apoyo.

- Ya sabemos quién tiene a la bebé.

- ¿Quién? Dime que está bien.

- Estoy seguro que si. Pero aún no sabemos dónde.

- ¿Quién la tiene Tom? 

- Bruna la tiene.

- ¿Qué? - me sale esa palabra como un susurro - ¿Cómo que Bruna?

- Peque, está mal de la cabeza y...

- ¿Y por eso se tiene que llevar a mi hija? ¿Tom la estas justificando?

- ¡Claro que no! Pero entiende que hace esto por desequilibrada y además hay otra cosa que no te he dicho.

- Dime que mi hija está bien, Tom.

- Si. Espero que sí, pero no es eso lo que quiero decirte. Es algo que me enteré hace unos meses, pero no quise decirte nada para no preocuparte más.

Me lo quedo mirando esperando que hable, con las lágrimas bañando mis mejillas. No sabía lo que iba a decirme pero nada bueno tenía que ser.

- La policía investigó tu accidente. No fue algo aislado Peque, fue Bruna la que lo hizo. No ella propiamente, sino que le pagó a alguien para que lo hiciera.