Ardiente Secreto [+18]

· Capítulo 24 ·

- Buenos días Peque.

Me sobresalto al escucharlo en la esquina de la habitación. Estaba sentado en la mesa que había allí, frente a su ordenador. Ya estaba vestido, con la camisa sin abotonar del todo. Se veía tan sexy y solté un suspiro.

- Buenos días tío Tom.

- Ya he pedido el desayuno. Debe estar por llegar. ¿Tienes hambre?

- Mucha. Ayer no me dejaron cenar.

- Lo siento - me dice levantándose y llegando a donde estoy. Me deja un dulce beso en los labios y acaricia mi mejilla. - ya vas a poder comer todo lo que quieras.

- ¿Y si lo que traen no es lo que quiero?

- Que golosa. - me deja otro beso rápido en los labios y se separa de mí cuando escuchamos que llaman a la puerta. Yo aprovecho para levantarme e ir al baño.

Cuando salgo me encuentro un banquete en la mesa. Había de todo y se me abrió más aún el apetito. Comimos conversando animadamente y después me vestí porque debíamos bajar para esperar el chofer de la empresa que nos había invitado.

Cuando bajamos, nos encontramos con Eduardo y  la regalada de Mercedes. Ella por supuesto saluda melosamente a Tom y yo solo quería agarrarla del pelo y quitarla de su lado. Pero no podía hacerlo. Por más que habíamos hecho las pases seguíamos como antes, nadie podía enterarse de nuestra relación.

En cuanto llegaron a buscarnos, Mercedes se me adelantó y se subió al lado de Tom. La quería matar. Pero no pude hacer más nada que disimular y sentarme junto a Eduardo. Él me preguntaba en el camino cómo me sentía después de mi malestar de anoche, cuando le inventé que me había sentado mal el vino. Le respondí que mucho mejor y continuamos hablando de todo un poco en el camino. Yo escuchaba la mitad de lo que me decía. Solo estaba atenta al chicle de Mercedes que no dejaba de sonreír y tocar a Tom por cualquier cosa que él decía. No entiendo cómo puede aguantarla.

Finalmente llegamos y entramos a la empresa. Los dueños nos reciben y nos hacen pasar a la sala de reuniones. Cuando hemos hecho todas las presentaciones comienzan su exposición, explicando el producto. Es una empresa de cosméticos orgánicos líder en España y quieren potenciar su marca con el lanzamiento de una nueva línea para la playa.

Luego de la presentación nos llevan a otro edificio en la misma empresa que resulta ser la fábrica de todo lo que hacen. Es hipnotizante ver las líneas de producción, desde la creación del producto, hasta el envasado, etiquetado y puesto en cajas para su distribución. Me encantó poder presenciar todo el proceso.

Al salir de allí nos ofrecieron un almuerzo y pudimos conversar más informalmente con los encargados del negocio, lo que nos dio mayores detalles de lo que podría funcionar y lo que no.

Por la tarde, luego de otra reunión para aclarar detalles y comentar sobre todo lo que necesitaban, nos llevan nuevamente al hotel. En esta oportunidad me adelanté, con la excusa de preguntarle algo a Tom y me senté con él en el coche.