· Capítulo 36 ·

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No podía dejar de mirar a mi pequeña hija entre lágrimas de felicidad

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No podía dejar de mirar a mi pequeña hija entre lágrimas de felicidad. Era perfecta. Tenía diez dedos en las manos y diez dedos en los pies. La nariz perfecta, la boca perfecta y el cabello negro como su padre. Era una princesa.

Fer me cuenta todo lo que ha pasado estos días y no paro de llorar y de mirar a mi hija. No puedo creer que me perdí su nacimiento y sus primeros días. Tenía que pasarme ese accidente para venir a entorpecer nuestras vidas.

Le di de comer por primera vez, leche de fórmula porque por mi condición ya no podría amamantarla, por todos los medicamentos que tomaba. Pero igualmente verla comer, me llenó de felicidad.

Cuando terminó de tomarse todo su biberón se quedó dormida y Fer la acostó en su cunita. Y me dice...

- Tuvimos que ponerle nombre a la bebé Mimi, porque debían hacer el certificado de nacimiento y no sabíamos cuando ibas a despertar.

- No me digas que le pusiste Dolores, o Justicia, que de ti, me lo creo todo Fer.

- Le pusimos Lucrecia Fernanda por los nombres de nosotros - me dice señalando a Lucas y a ella - sus tíos y padrinos. ¿Era lo lógico no?

Yo no digo nada, me quedo de piedra esperando que me diga que es broma. Hasta que ambos sueltan la risa y me dicen que en efecto era broma, que le pusieron Andrea y por supuesto me encanta. Es el nombre que he estado usando estos últimos meses y sé que a mi madre le hará mucha ilusión saber que su primera nieta se llama como ella.

Luego de ese susto ellos me cuentan que mis padres vienen en camino. Y no puedo culparlos de nada, yo en su lugar los hubiera llamado mucho antes.

- No pasa nada Fer. Tranquila no tienes que justificarte. Te agradezco mucho todo lo que has hecho y entiendo que tuvieras que llamar a mi hermano para que te ayudara.

- Sí, ha sido de mucha ayuda. - veo que le dice con una sonrisita. Ella cree que no los vi hace un rato cuando me desperté.

Al principio no lo entendía, porque obviamente estaba desubicada, pero ya después lo entendí todo y no puedo dejar de preguntar.

- Si ya sé que necesitabas ayuda, tanta que te estaba dando respiración de boca a boca hace rato, ¿no? ¿Te ahogabas? - Los dos se pusieron blancos como el papel. Era obvio que los había descubierto...

- ¿Desde cuándo pasa esto? - Les pregunto inmediatamente, señalándolos a ambos.

- No hay esto. - me dice Fer - Fue un beso tonto y nada más. Mimi es el estrés de estos días, pero no hay nada más.

- Vale ¿y tú que tienes que decirme? Porque que yo sepa solo estuve en coma una semana. No creo que te hayas divorciado tan rápido.

- No Mimi no es así. Es solo que... bueno las cosas no van bien con Lara y bueno... - tartamudea tratando de encontrar una excusa.

Ardiente Secreto [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora