Ardiente Secreto [+18]

· Capítulo 03 ·

Esa misma semana era el cumple de mi padre así que haríamos una pequeña reunión en mi casa. Por supuesto mi tío preferido vendría y por lo que había sabido en la fiesta de Junior, mi querida tía estaba de viaje por Italia y no volvería muy pronto. Eran sin duda muy buenas noticias, porque no la tendría todo el tiempo detrás de mí tratando de estorbarme. El odio era mutuo entre las dos. Yo no la soportaba y al parecer yo le parecía una mocosa. Palabras textuales.

Cuando ya están todos en mi casa celebrando el día de mi padre, yo aparezco en escena con un modelito parecido al que me puse para la fiesta de Junior. Este era un vestido corto amarillo claro, con la falda en corte A y un poco de vuelo que me llegaba más arriba que mis rodillas. El escote era recto y los tirantes se cerraban con unos lazos finos. Me encantaba, me daba un toque muy juvenil.

- ¡Peque! Ven aquí.

- Hola tío Tom. Hola Junior.

- Peque, ese vestido no te lo puedes poner para salir. Está prohibido. – me dice mi tío muy serio.

- ¿Qué dices? Si no tiene nada de malo.

- Crees tú. Si te ve Diego te pide matrimonio. – comenta en son de broma Junior.

- No digas tonterías Junior... – dice Tom visiblemente molesto y yo feliz de verlo un poquito celoso y sobreprotector.

- Es la verdad, está coladito por ti Mimi.

- Pues dile a Diego que Miranda no va a tener novio en mucho tiempo.

- Gracias tío Tom, por espantarme a los candidatos.

- Yo solo quiero protegerte. – me dice.

- En esta casa todos quieren protegerme. Tendré que irme pronto de aquí para conseguir novio, porque a este paso...

- Epa. Nada de eso. Que tú no necesitas ningún novio. Aún te falta para eso.

- Voy a cumplir 16 en 2 meses tío. Tampoco soy una niña.

- Ya lo sé. Pero los novios pueden esperar. No te apresures.

- Cariño estás hermosa con ese vestido. – me dice mi madre llegando a donde estábamos conversando.

- ¡Gracias, mamá! Al fin alguien que me hace un comentario decente.

Comenzaron todos a hablar de otras cosas y no le dieron más importancia a mi vestido. Lo agradecí. Estuve a punto de subir y cambiarme por un chándal. Pero me freno de hacerlo porque no pude evitar sentir las miradas que recibía de mi tío preferido. Lo había cachado mirándome de vez en cuando y eso me tenía muy feliz.

Me quedo conversando en el salón con mis cuñadas, Mary y Lara, pero llegan sus respectivos novios y ya siento que sobro en la ecuación. Así que salgo al patio y siento que mi padre me llama...

- Hija ven. - Me dice y me acerco a donde está sentado, hablando con mis tíos.

- ¿Sabes dónde está Tom?