· Capítulo 12 ·

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Seguíamos metidos en nuestro mundo particular de deseo y yo deseaba sentirlo también así que le quite su camiseta y acaricie su pecho

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Seguíamos metidos en nuestro mundo particular de deseo y yo deseaba sentirlo también así que le quite su camiseta y acaricie su pecho. Era tan fuerte y varonil, me encantaba. Me acerco para besarlo y lo abrazo pegando mi pecho al suyo y siento que él gime en mi boca. Al parecer le gustó sentir mis pezones más que erectos sobre su piel.

De repente me toma por mis nalgas y me acerca más a su cuerpo, sintiendo claramente como estaba de excitado y aprovecho para enrollar mis piernas alrededor de su cintura. En un movimiento rápido me baja de la encimera y caminamos así, yo cargada en sus brazos y desnudos de la cintura para arriba, hasta su habitación, sin dejar de besarnos y acariciarnos.

Cuando llegamos, me tumba en la cama y sigue repartiendo besos por todo mi cuerpo, desde el cuello hasta mi ombligo. Levanta su cabeza para mirarme y pone sus manos en la elástica de mi pantalón. Le digo que si con la cabeza en señal de aprobación. Ahora más que nunca quería que continuara. Subo mi cadera para ayudarlo a quitarlo y se sorprende al ver que tenía puesta su ropa interior.

- Peque, que sexy te ves con mis calzoncillos. - me dice sonriendo.

Deja caer el pantalón al suelo y en ese justo momento comienza a sonar su móvil y yo quiero que lo ignore, que sigamos en lo que estamos. Él menos mal que lo ignora y comienza a besarme las piernas desde el pie, pasando por el tobillo y la pantorrilla.
Sube poco a poco por mis muslos y siento que me voy a prender fuego por sentirlo tan cerca de donde quiero que esté.

Finalmente llega a mi monte de Venus y deja un casto beso mirándome y sonriendo. Pero en toda esta escena el puñetero móvil no deja de sonar y cuando quiero que continúe él respira profundo y me dice...

- Lo siento Peque, pero tengo que atender... el que llama está siendo muy insistente.

Así que se separa de mí y yo solo espero que sea un pesado de alguna compañía de servicios y podamos continuar.

- Es Junior - me dice al ver la pantalla encendida.

- Hijo ¿Cómo estás? - le contesta y camina hasta el baño.

Yo aprovecho para echarle un vistazo a ese culo que tiene. Madre mía cómo está de bueno este hombre. Pero antes de que termine de entrar al baño se voltea y me mira con cara de angustia.

- Vale está bien, hasta ahora.

Me extraña lo que dice, pero me sorprendo más cuando me confirma mis sospechas. Junior llegó a Madrid y viene en camino hacia acá.

- Peque, lo siento de verdad... es que me sorprende que Junior venga sin avisar.

- Tranquilo, no pasa nada.

Me levanto rápidamente de la cama y camino a la puerta, pero él me detiene y me toma de la cintura.

- Peque... ¿te dije que eres hermosa?

- Creo que no lo suficiente...

Y se acerca para besarme y encantada lo recibo.

- Déjame que te traiga la ropa...

Ardiente Secreto [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora