· Capítulo 19 ·

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Nos habíamos quedado dormidos, abrazados y semi desnudos, yo seguía llevando su camisa sin nada debajo, y él sus calzoncillos

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Nos habíamos quedado dormidos, abrazados y semi desnudos, yo seguía llevando su camisa sin nada debajo, y él sus calzoncillos. Había sido una ronda de sexo que nos había dejado agotados pero felices. Al menos yo lo estaba.

Me despertaron unas voces en el pasillo y me separo de él a regañadientes. No quiero despertarlo, quiero que siga descansando, se ve que ha estado muy estresado esta semana con el asunto de la firma del divorcio y la visita de su ex. Pero a partir de ahora eso quedaba atrás y solo espero que lo que sea que tenemos nos dure.

Me voy a mi armario y busco ropa interior y un conjunto de chándal, le dejo su camisa colgada para que se la ponga en cuanto se levante, ya está más que arrugada, pero por más que me gusta verlo desnudo, no quiero que más nadie lo vea y salga sin camisa. Soy un poco egoísta, ya lo sé.

Salgo de la habitación cerrando la puerta con cuidado para no molestarlo y me dirijo al salón. Allí estaban Celeste con su novio, Rubén, y Fer, hablando animadamente. Pero en cuanto me ven se extrañan.

- ¿Pero tú estabas aquí? Pensábamos que estabas con... - me dice Fer y le hago señas con mi dedo para que baje la voz.

Ella abre los ojos como platos y me dice...

- ¿Está aquí?

- Sí.

- ¿Quién está aquí? – pregunta Rubén confundido.

- Un amigo de Mimi. – contesta Celeste y le doy las gracias con la mirada.

Lo que menos quiero es que más nadie se entere que mi tío está en mi habitación, pero que además es mi jefe y me lo estoy cepillando.

- Justo estábamos hablando de ir a comer algo y salir de copas, ¿te apuntas? – me dice Celeste cambiando el tema.

- Gracias Cel, pero prefiero pedir algo y que me lo traigan a casa. Vayan ustedes y disfruten, ya otro día me uno.

- Vale, pues entonces voy a cambiarme y salimos. Vente, Rubén, para que me ayudes a escoger mi outfit.

Salen a su habitación y me quedo en el sofá con Fer.

- ¿Todo bien? – me pregunta con una sonrisa en la cara.

- Sí.

- ¿Segura? ¿No me vas a contar nada?

- Sí Fer, pero ahora no. Anda a arreglarte para que salgas con los chicos.

- Vale, pero luego tú y yo tenemos que hablar.

- Si, si, no seas pesada. - le digo sonriendo.

Y ella se va a su habitación a cambiarse y yo me regreso a la mía.

En cuanto entro veo a Tom despierto, levantado y con el pantalón puesto. Me mira y yo me acerco, no puedo dejar pasar la oportunidad de tocar su abdomen duro como una piedra. Ya me estoy calentando y solo lo he visto unos segundos.

Ardiente Secreto [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora