Capitulo 21

140 12 1
                                        

PERSPECTIVA RACHELL.

TRES MESES DESPUÉS.

Han pasado tres meses, y mi vida ha dado un giro significativo. Mi trabajo ha aumentado gracias a las recomendaciones de los chicos, especialmente Taehyung y Jimin, quienes han sido mis clientes más frecuentes. Estoy a punto de inaugurar mi propio estudio de fotografía, algo que siempre soñé. Ahora vivo sola en un departamento que compré. Es un poco pequeño, pero disfruto de mi privacidad. Hoy, Mingyu me acompañará a elegir mi primer auto.

Con Jungkook, las cosas van bien, o eso quiero creer. Nuestra relación de siete meses ha sido una montaña rusa de emociones. Ambos estamos enfocados en nuestros sueños y metas, lo que significa que no nos vemos tanto como me gustaría. Él está ocupado con su nuevo álbum y viaja mucho, y yo estoy a full con mi trabajo. Hace tres semanas que no nos vemos, y nuestras conversaciones son breves. Jungkook vive disculpándose por no poder cumplir nuestros encuentros o por los rumores de falsos romances que circulan. Aunque es difícil, intento ser comprensiva.

Hoy, salí de mi departamento y bajé a la entrada, donde Mingyu ya me esperaba para ir a la concesionaria.

— Hola, bonita —dijo abriendo la puerta del copiloto para mí.

— Hola, osito —le respondí con una sonrisa mientras me subía al auto.

En cuestión de segundos, Mingyu ya estaba en el puesto de piloto, encendió el auto y nos encaminamos hacia nuestro destino. La atmósfera dentro del auto era relajada y cómoda, como siempre cuando estamos juntos. Mingyu ha sido un gran apoyo para mí en estos tiempos ocupados.

Justo cuando estábamos a punto de entrar a la concesionaria, mi teléfono sonó. Al ver que era Jungkook, contesté enseguida, sintiendo una oleada de emoción.

— ¡Hola, Kook! —dije con una sonrisa.

Que no se note que lo extrañamos.

— Hola, mi amor. ¿Cómo estás? —su voz sonaba cálida y relajada, lo que me hizo sonreír aún más.

— Bien, justo estoy con Mingyu, vamos a comprar mi primer auto. ¿Y tú?

— Eso suena genial. Bueno, quería decirte que hoy llego a la ciudad y voy directo a tu departamento —dijo, y pude notar la emoción en su voz.

— ¡¿En serio?! —no pude contener mi alegría. — Te he extrañado tanto, Kook.

— Yo también te he extrañado mucho. No puedo esperar para verte —respondió.

— Te estaré esperando —dije con una sonrisa que probablemente no desaparecería en todo el día.

¿Con tanga o sin tanga?

Pervertida.

Somos.

Guardé mi celular y bajé con Mingyu a ver los autos. Después de revisar varios modelos, me gustó mucho el Kia K5 y lo pedí en color negro. Firmé unos papeles y pagué la primera cuota. ¡Al fin tendría mi propio auto! Me dijeron que podría pasar a buscarlo en tres días, mientras chequeaban todo el papeleo y las firmas.

Salí emocionada y Mingyu me dio un abrazo.

— ¡Felicidades, Rachell! —dijo con una sonrisa amplia.

— ¡Gracias, Min! —respondí, sintiendo una mezcla de orgullo y alegría.

— ¿Vamos a tomar algo? —propuso Mingyu.

— Está bien, vamos. Un par de cervezas nada más —respondí, subiendo a su auto.

Condujimos hasta un bar cercano que ambos conocíamos bien. El lugar tenía un ambiente relajado, perfecto para celebrar un pequeño logro como este. Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana y pedimos nuestras cervezas.

SOLO UNA FANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora