SOLO UNA FAN

Capitulo 1

— ¡Rachell! —oí gritar a mi jefe desde la cafetería. 

Si nos vuelve a gritar le das un puñetazo.

Si y luego nos quedamos sin trabajo.

Buscarte un novio que te mantenga es una opción.

Claro, ¿Cómo no se me había ocurrido antes?

Si hablo con mi conciencia, ya se acostumbraran.

¿En que nos quedamos? Ah si, el idiota de mi jefe. 

Gruñendo para mis adentros, me acerqué a él con una sonrisa en la cara.

—¿Sí, dígame, señor? —dije una vez frente a él.

—¡Rachell!! —volvió a gritar, aunque ya estaba justo frente a mí. —Te he dicho mil veces que no uses el celular durante el trabajo —dijo con un tono de voz nada amable.

Un puñetazo y a correr, ya te dije.

—Sí, lo siento, señor —respondí, haciendo una reverencia antes de darme la vuelta para regresar a mi puesto.

El ruido de la música de fondo y los clientes entrando y saliendo formaban parte de mi rutina diaria. El tiempo pasó rápidamente, indicando que mi turno había terminado. Guardé mi uniforme en el armario de los empleados cuando una voz amigable me saludó.

—¡Hola, bonita! —era mi fiel amigo, Mingyu. 

Esa voz la conocemos.

Rápidamente giré para saludarlo.

—¿Preparada para divertirnos esta noche?— dijo alegremente.

Nos olvidamos de la salida de hoy.

No la olvide, solo quería que ellos se olvidaran.

Claro claro, que sabia eres.

¿Somos la misma persona sabes?

— ¿Rachell me estas escuchando?— Me agarra de los hombros.

Ah, si claro Min esta hablando.

— La verdad, no estoy muy segura— dije mientras agarraba mi cartera para salir de la cafetería.

— ¿No estás segura? Es viernes, tonta. Te aseguro que tendrás una excelente noche. ¿Vamos para que te cambies? — dijo rodeando uno de sus brazos alrededor de mis hombros.

No le podemos decir que no a Min.

Suspire —Sí, ¿y Rose? —pregunté mientras llegábamos al auto de Mingyu, quien como todo un caballero me abrió la puerta del copiloto.

— Después de que termines de ponerte aún más hermosa, pasaremos por ella. Dijo que estaría en casa de su hermana hoy — guiñándome un ojo.

Siempre Mingyu me hacía cumplidos y detalles, ¿quizás le gusto? 

Claro que le gustas, eres la única que no se ha dado cuenta.

Cállate.

No, no creo, él sabe que cosas como el amor me parecen insignificantes, pero valoro mucho su amistad y el apoyo que siempre me brinda en mis decisiones. Él y Rose eran mi única familia aquí en Seúl.

Esa tontería ni tu te la crees.

Llegamos al apartamento que compartía con Rose, dejé a Mingyu en la sala viendo televisión mientras subía rápidamente a mi habitación para darme una ducha. Tenía un nudo en el estómago; hacía mucho tiempo que no salía de mi rutina para ir a pasear, y mucho menos a un casino. Mientras el agua caliente caía sobre mí, rezaba para que desapareciera la ansiedad que sentía. Era como si mi cuerpo me advirtiera que algo iba a cambiar mi vida esa noche. Al envolver mi cuerpo mojado en una toalla, escuché a Mingyu gritar desde abajo.