20. ¿Que ha pasado?

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Antes de comenzar. Este es EL CAPITULO.

Si les soy sincera. Es algo así como mi favorito. Y el siguiente tambien. Pues marcan un antes y un después en la vida de Ava. Ya sabemos que en el pasado ella tuvo una relación abusiva y que sufrió mucho. Ahora preparense para algo más fuerte. Es todo. Disfruten su lectura. Nos vemos al final del cap.







Han seguido llegando paquetes. Aunque por seguridad he dejado de verlos. Cada que llega uno la policía es quien lo abre. Sospechan que es un hombre. Pero no saben que tan loco esté. Podría ser capaz de poner una bomba o algo en alguna caja.

— Esto se está yendo de las manos. — Le dice Enzo al oficial. — Y puede pasar a peor. ¿No pueden hacer más que venir a abrir cajas tétricas?

— Enzo, están haciendo lo mejor que pueden. Ni siquiera hay huellas o algo que les de un sospechoso en específico. — Le digo.

— Ella tiene razón. Si tuviéramos alguna pista, podríamos lograr algo de avance. De hecho, hemos pensado en algo pero la señorita tiene que estar de acuerdo. — Me mira.

— ¿De que se trata? — Pregunto.

— No sabemos si esta persona la está acosando por odio o por obsesión. Puede ser que en algún momento se haya fijado en ella y al no prestarle atención su cabeza piensa algo como "si no es para mí no es para nadie". — Le dice a Enzo.

— Pero también puede ser por mi ¿No? — pregunta Enzo.

— Ya le comenté que sospechamos que es un hombre. Pero con seguridad no lo podemos saber. A menos que esa persona tenga contacto directo con Ava. Para eso hemos preparado un equipo para protegerla. Pero a la vez necesitamos que esté sola en algunos de los lugares en los que las fotos fueron tomadas. Tal vez esta persona se acerque y podamos saber quién...

— ¡De ninguna manera voy a dejar que eso pase! — Enzo se levanta furioso del sofa. — Está embarazada. ¿En serio quieren ponerla en esa clase de peligro? ¿Que clase de policías son ustedes?

— Es la única manera que tenemos...

— ¡Y un cuerno! Son unos incompetentes. — los mira. — Fuera de mi casa.

— Enzo... — Digo.

— No se preocupe señorita. Buenas noches. — El oficial se despide y se va.

— Están locos si piensan que voy a dejar que te usen como carne de cañón. — Me mira.

— Pero creo que si podría funcionar.

— No Ava. No sabemos quién es ni porque está haciendo esto. ¿Y si te hace algo durante ese tiempo? ¿Y si a ellos no les da tiempo de ayudarte? — Suspira cuando lo abrazo por la espalda. — No lo menciones más. — Cuando trato de decir algo más se aleja de mi. — ¡Dije que no y punto!

— Mira se que estás alterado. Y enojado. Y te entiendo. Yo también lo estoy, pero no estoy gritandote. — Suspiro y dejo de abrazarlo, me voy al cuarto y me siento en la cama.

— Lo siento. — Dice Enzo entrando al cuarto. — No quería gritarte es que... No entiendo cómo pueden siquiera pensar en sugerir algo como eso.

— Pero Enzo, puede funcionar. Estaré rodeada de gente y no me pasará nada. Además puedo pedirles que me pongan un chaleco antibalas o algo así.

Me tenso cuando me toma por los brazos y me zarandea un poco.

— ¿No entiendes que no puedo dejar que te pase nada?

— Sueltame. — Susurro y creo que estoy temblando.

— Mierda. — Me suelta al darse cuenta de que estoy asustada. Mira mis brazos y sus manos están marcadas. Me agarró con mucha fuerza. Se que no fue su intención y trato de calmar mi respiración.

— Llévame a mi casa. — me siento en la cama y tomo un respiro. Al ver qué no dice nada lo miro. — Por favor. Lo mejor será que yo no pase la noche aquí.

— Ava no te voy a hacer daño. — Suena realmente herido. — ¿Crees que te voy a hacer daño?

— No es eso... — Hago una mueca y el suspira.

— ¿Ah no? — Acerca su cara a la mía demasiado rápido y mi primer instinto es echarme hacia atrás. Se aleja y veo como se revuelve el pelo. — Te llevaré. Vamos.

— No. Espera. Es que yo... Estoy aterrada ¿okey? Tengo miedo de que me pase algo. O que te pase algo. O a alguien a quien quiero. Estoy estresada y el embarazo me pone muy sensible con todo. — Tomo su mano. — Yo se que no eres como el. Lo siento.

— Ava. Todo está bien. — Pero aún así no me mira. — Vamos. Es tarde.

Camino detrás de el hasta el coche. Me subo primero y me pongo el cinturón. Le escribo un mensaje a mi hermano diciendo que voy en camino a casa cuando siento un golpe seco. Algo me hace erizar la piel y antes de bajarme del auto miro alrededor. Enzo no está.

— ¿Enzo? — Está un poco oscuro y no veo bien así que enciendo la linterna del celular. — Enzo si estás jugando te juro que no te perdono... — Volteo y me estampo con un cuerpo. — Joder no me hagas eso otra...

Ese cuerpo no es Enzo. Quién quiera que sea rápidamente me voltea y coloca algo afilado en mi cuello. Una navaja.

— ¿Que hiciste con Enzo? — Susurro. A estas alturas no se si quiero saber.

— No te preocupes. Esta vivo. ¿Quieres verlo? — Siento que sollozo mientras me empuja hasta un arbusto que hay junto al auto.

— ¿Enzo? — Está tirado en el suelo. — ¿Que le hiciste? ¡Monstruo! — Trato de acercarme pero me jala el pelo. Jadeo por el dolor.

— Quieta ahí. Tratas de hacer algo y no lo ves más. — Yo asiento mientras las lágrimas me mojan el rostro.

Debo portarme bien. Por Enzo, y por mi bebé.

— No te muevas. — Dice mientras me pone una tela negra en la cabeza.

— Por favor. Estoy embarazada.

— Oh que bonito. Un fruto del amor. — Dice con sarcasmo. — Camina. — Me empuja hasta el auto y después de amarrarme y ponerme el cinturón de seguridad siento que empieza a conducir.

En algún momento debí desmayarme porque no recuerdo más nada.









Jejejejejejejejeje *ríe para no llorar*

A mí también me duele lo que está pasando. Después de todo son mis personajes. Ava es como mi hija. Los escritores tambien tenemos corazón aunque los hagamos sufrir.

Bueeeeeno. Comenten. Voten. Digan su preciada opinion y si ya unanse al canal de WhatsApp. Allí recibirán adelantos de los capitulos de este y otros libros que ando escribiendo. Baiii

<3

Capitulo dedicado a SoyMashu

Fiel lectora beta y ayudó mucho en la formación y edición de este libro.

La teoría del hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora