39. Epílogo: La teoría del hilo rojo

18 2 0
                                    

- No lo se Enzo. Es la primera vez que la dejaríamos sola.

- Entre ellos cuatro la cuidarán muy bien. Recuerda que Emily nos dejó a Anne cuando se fue de luna de miel.

Estamos en el sofá. Estoy sentada en el regazo de Enzo mientras paso mis manos por su cabello. El acaricia mis piernas mientras trata de convencerme de dejar a Abigail siendo cuidada por Lucas y Sophie, además de contar con la ayuda de Lewis y Emily. ¿Por qué? Porque cuando nos casamos decidimos no tener una luna de miel ya que Abigail solo tenía unos tres meses de nacida. Y yo tenía miedo de dejarla con alguien. Ahora también, pero creo que estoy más abierta a la idea, después de todo Abigail ya tiene cuatro años.

- ¿Iremos muy lejos?

- A Italia.

- ¿¡Italia!? Eso está lejos Enzo.

- Solo serán diez días. - Dice mientras da besitos en mi cuello. - Podremos tener nuestra luna de miel, descansar un poco y hacer ruido en las noches sin miedo a despertar a Abigail. Anda... - Sonrio cuando enreda su mano en mi cabello, lo cuál me quiere decir que intenta seducirme y que yo diga que si.

-Está bien. Pero quiero dejarlo todo muy bien planeado. -Cedo. -¿Entonces me llevarás a conocer Italia?

- Si. - Me besa. - Solo tenemos que preparar los boletos y el equipaje. Y le dejamos nuestra pequeña carga a tu hermano. - Se ríe cuando le golpeo el hombro.

- No hables así. - Le doy un manotazo cuando veo que su mano se acerca a mi trasero. - No estamos solos Enzo. No te emociones. - Enseguida una entusiasmada Abigail sale de su habitación y corre hasta nosotros para enseñarnos lo que su muñeca nueva (regalo de Lewis) puede hacer.

- Eso es asombroso tesoro. - Dice Enzo sonriendo. Yo sigo acariciando su cabello mientras mi cabeza está apoyada en su hombro.

- Cariño. - Llamo a mi hija y ella me mira atenta. - ¿Que te parece quedarte unos días con tío Luci y tía Sophie? - Después de escuchar a Sophie decirle Luci a Lucas no se le olvidó y ahora le dice tío Luci. Lucas dice que no, pero se que le encanta que su sobrinita le diga así.

- ¡Siiii! - Enzo se derrite cuando de una forma tierna Abigail comienza a dar saltitos de alegría.

- ¿Lo ves? Nuestra hija quiere quedarse con ellos. - Me saca la lengua y yo le golpeo suavemente la frente con la mía.

- Ustedes ganan.

...

- Este lugar es bellísimo. - Digo mientras miro a mi alrededor y lamo mi helado. Enzo no ha dejado de mirarme cada vez que lo hago. - Deja de mirarme así.

- No quiero. - Se ríe y me abraza por detrás.

Estamos en Verona. La ciudad en la que se desarrolla la famosa obra de William Shakespeare, Romeo y Julieta. Justo ahora estamos en Via Cappello, en la casa del joven Capuleto.

- ¿Sabes que dicen que si tocas el pecho de Julieta tendrás buena suerte? - Dice mientras miro embobada la estatua que hay de Julieta.

- ¿Para que quiero más suerte si ya tengo a mi familia? - Aún así cumplimos con la tradición y tocamos el pecho de la estatua.

...

- Nunca he entendido a esas personas que quieren un romance como el de Romeo y Julieta. Tres días y seis muertos, no quiero eso para mí. - Digo mientras me unto crema en las piernas. Después de regresar nos dimos un baño juntos y ahora estamos descansando en la cama.

- Es que se amaron mucho. - Me dice Enzo mirando mis piernas. - Déjame hacerlo. - Me quita el bote de crema de las manos y toma un poco con sus dedos. Unta mis pies y mis muslos. - Estás tan suavecita. - Me río.

- Es el objetivo cariño. - Chillo cuando me toma por la cintura y me levanta haciendo que me siente en su regazo.

- ¿Sabes? Hay una leyenda que dice que a las almas gemelas se les ata un hilo rojo cuando nacen. Y que ese hilo nunca se rompe.

- ¿Estás diciendo que soy tu alma gemela? Eso es muy cursi. - Me río.

- Pero es lo que pienso.

- De hecho. Creo que nos conocimos antes. Mucho antes. - El me mira confundido. - En el terremoto. Yo estaba con mi hermano y una novia que tenía en esa época. El fue a comprarme un helado y cuando comenzaron los temblores la rubia falsa, así es como le decía a esa chica, salió corriendo y me dejó sola. Yo me asusté tanto que me escondí debajo de una mesa. Y recuerdo que me quedé mirando fijamente a un chico muy parecido a ti, de unos doce o trece años. Ojos negros, pelo ondulado. Y si creo que eras tú.

- Mira que interesante. - Me besa. - Eso solo reafirma lo que digo.

- Por cierto. - Me levanto de la cama y el protesta, busco en mi maleta una cajita negra y regreso a la cama, me siento otra vez en su regazo y sonrio.

- ¿Me vas a pedir matrimonio? - Se ríe cuando lo pellizco.

- Esto es algo que deberías tener tu. - Su boca se abre cuando ve el interior de la cajita.

- ¿De dónde lo sacaste? - Me mira.

- Caleb me lo dio. Dijo que cuando saliéramos de los escombros tendría que devolvérselo. Lo he tenido guardado durante años y no lo recordaba. Pero lo encontré recientemente y me parece correcto que lo tengas tu.

- No sabes cuánto significa esto para mí. - Dice quitándome el pelo de la cara para besarme. - ¿Te gustaría verme con un piercing?

- Nuh-uh. - Niego con la cabeza. - Se que te verías muy, pero muy sexy. Pero así me gustas. - Mientras besa mi cuello distraídamente yo juego con el medallón que cuelga de este. Ahora la foto de los musculosos brazos de Enzo remplazada por una foto de nuestra familia. Yo, Enzo y la pequeña Abigail en el centro.

- Nos vamos mañana. No gastemos más nuestro tiempo hablando. - Susurra y sus besos en mi cuello se vuelven un poco intensos.

- La comida que pedimos está a punto de llegar. - Sonrio mientras ahora besa mis hombros. - ¿Quién la recibe?

- Que la dejen en la puerta. De lo único que tengo hambre ahora es de ti. - Me recuesta en la cama y no hace más que adorarme con su boca, el resto es historia para después.

















FIN.










Ay..... Lloro. Bueno.... Aparte subiré un capítulo mío hablando sobre el libro y como fue el proceso de creación.
















Por lo pronto no publicaré nada del segundo libro. Ya les avisaré cuando esté listo para comenzar a publicarlo. Nos vemos pronto. <3

La teoría del hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora