Cita con el diablo-prt I

944 109 54
                                    


Lo único que podía sentir en este momento era una felicidad absoluta, el calor rodeaba mi cuerpo, el olor de Román me acogía, sus brazos al rededor de mi cuerpo me protegían, y eso me encantaba.

Aunque él me arruinó para cualquier otra persona, lo elegiria una y otra vez, por qué el amor sabe más dulce con un poco de dolor.

-Yo elegí todo personalmente- su voz llamo mi atención, estábamos frente a la cama y encima de ella había bolsas de compras negras.
Me bajo con cuidado hasta que mis pies tocaron el suelo me abrazo por la espalda y recargo su mentón en mi cabeza.
-Yo me cambiaré en el vestidor, si te veo desnudo una vez más, no saldremos de esta habitación en horas corderito- beso mi mejilla y se alejo, me dejó solo, me estaba dando intimidad para vestirme.

Sentí mariposas en el estómago.

Tome una de las bolsas, y la abrí saque la caja alargada y plana que había adentro, pase mis dedos por las letras doradas de la caja.

christian dior

Quite los listones que había alrededor, y la abrí, hice a un lado el papel, era un conjunto de ropa, toque la tela, era muy suave, la saque con cuidado para no arrugarla, era un pantalón negro de vestir y una camisa del mismo color pero con la espalda desnuda, jamás había visto algo tan bonito, la tela era tan delicada que me daba miedo tocarla, era algo exquisito.

Tome otra bolsa y la abrí, me sonroje al sacar la ropa que había dentro, era un conjunto de lencería verde jade obscuro, la parte inferior eran unas bragas de encaje, podia ver a travez de la tela y la parte de atras era un insignificante hilo que no cubria nada, y unos ligueros, hasta el fondo de la caja venía otro conjunto de ropa interior, está vez no era ropa provocadora solo un par de boxers ajustados, eran normales sin ninguna extravagancia.

Jamás había usado lencería, y Román no me la estaba dando sin ningúna razón, algo iba a suceder entre nosotros y dependía de mi elegir si sucedería o no.

Mi corazón se acelero.

El me estaba dejando decidír, por eso se fue de la habitación.

Mire la lencería en mi mano derecha, y los boxer en mi mano izquierda, cuál era la elección correcta,
¿Quería tener sexo con Román?

Las pocas veces que tuvimos intimidad, fue algo intenso, su deseó por mi era algo innegable, y aún así, jamás paso la línea que yo había puesto.
Podria ser muy fácil para él someterme y obligarme a tener sexo, pero siempre mantuvo el control cuando yo decía no, jamás ni una sola vez intento obligarme, muchos Alfas utilizaban la excusa de perder el control a causa de sus instintos para justificar cuando violaban a un Omega.
Pero Román no importaba que tan vulnerable me veía y que tan tentador para el fuera tomarme de una vez, si yo decía que no quería el paraba de inmediato, y eso era algo que amaba de el.

Así que ¿Quería tener sexo con Román?

La respuesta era un rotundo No.

Yo quería hacer el amor con él.

Deje caer al suelo la toalla que cubria mi cuerpo, quedando desnudo, tome la lencería y empecé a deslizarla por mi cuerpo, tal vez estaba tomando la decisión equivocada pero solo podía pensar en Román.

cuando termine comencé a ponerme el conjunto negro muy rápido no quería que apareciera de la nada y me mirara así, perderia el control y aún no era el momento.
Cerré el ciper del pantalón, me gire para verme en el gran espejo que había en la pared, la ropa me quedaba perfecta parecía hecha a la medida, resaltaba mis curvas y mi cintura, di un paso en dirección al espejo pero me detuve de inmediato, me sentía raro con la lencería que llevaba debajo, tome iré y volví a andar, de ida y regreso a la cama para acostumbrarme a la sensación, me mire nuevamente en el espejo, mi cabello estaba muy largo, hace tiempo que no lo cortaba, los risos se veian más voluminosos, no es que me disgustara pero no estaba acostumbrado, me hacía ver más delicado, siempre lo lleve corto por las peleas, tener el cabello largo era una desventaja podian tirar de él y someterte, pero ahora que me veia en el espejo la verdad me gustaba mucho, se parecía al de mi mama.

Con Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora