Anthony.
Llegó a la casa cuarenta minutos después del entrenamiento, subo las escaleras yendo directamente a la habitación de mi hermana, Henry me dijo que salió de la tienda con aproximadamente diez bolsas de ropa por lo que supongo está guardandola, golpeó la puerta y entro cuando ella me lo permite.
La encuentro sentada en el suelo, con un montón de conjuntos de ropa interior acomodados en la alfombra rosa bebé del suelo pareciendo indecisa.
Willow: Hermanito ¿Cuál dices que es el más lindo?
Frunce el ceño y yo me pasó la mano por el rostro, no debería estar haciendo esto, pero como todo lo que ella me pide lo hago, observo cada conjunto deteniéndome en el blanco de encaje con ligueros.
Soy un hombre de rojo, pero los ligueros…
Carraspeo.
Anthony: El blanco.
Ella asiente con la cabeza y guarda los demás dejando aún a la vista el blanco, luego se pone de pie con el conjunto en las manos y se pone frente al espejo poniendo el conjunto delante de su cuerpo.
Mierda.
Miro hacia otro lado, el techo, la alfombra, la pared y me detengo en la puerta.
Anthony: ¿Qué quieres comer?
Willow: Quiero pizza de pepperoni.
La miro mientras saco mi teléfono para pedirla, la veo mover cosas en su habitación, sacando ropa y poniendo en la cama junto al conjunto una falda rosa y un top blanco que casi cubre algo de sus pechos.
Anthony: ¿No es demasiado para comer una pizza esa ropa?
Siempre come con sus pijamas de animales peludos, tan tierna.
Willow: Lo es, pero saldré.
Frunzo el ceño, no sabía eso.
¿Por qué no sabía eso?
Anthony: ¿Con quién?
Willow: Sola, quiero bailar, pasar un buen rato.
Buen rato, suena feo, suena feo pensar que mi hermana pueda pasar un buen rato con alguien.
Anthony: ¿A que hora salimos?
Le sonrío a boca cerrada sin dejar lugar a discusión, vamos, porque vamos.
Willow: ¿¡Enserio!? ¡Sí! Quería decirte que salgas conmigo, pero como no te gusta salir no te dije.
Su emoción es palpable mientras salta a abrazarme y besar mi mejilla.
Tendré que aguantar las burlas de mis amigos por esto, pero ella lo vale.
Comemos y luego cada cual se va a preparar a su habitación, cuando estoy listo con una camisa blanca y un jean negro me siento en el sofá a esperarla, me pongo a leer algunas jugadas en mi teléfono mientras espero, pasa media hora, cuarenta minutos, una hora, cuando está siendo una hora y diez desde que terminé de cambiarme mi hermana baja con un saco cubriéndola y ella abrazándose el cuerpo.
Incluso con el tapado que le lleva hasta las rodillas puedo decir que esa falda es tan malditamente corta, su rostro tiene un maquillaje sutil, no entiendo de esas cosas, pero está hermosa y sus ojos resaltan como malditas esmeraldas.
Willow: Vamos.
Anthony: ¿Saldrás con ese saco?
Si, por favor.
Willow: Me dio frío, me lo sacaré cuando estemos allí.
Aunque me parece extraño la dejo estar, le abro la puerta de la casa para que salga y luego la de mi carro para que se suba antes de rodearlo y subirme del lado del conductor, empiezo a conducir hacia el bar, mi hermana pone música en el estéreo y canta animadamente como siempre lo hace, sonrío escuchándola desafinar en cada nota, pero no le digo porque cantar la hace feliz y su felicidad es la mía.
Al llegar al club estaciono y me desabrochó el cinturón para bajar.
Willow: Tu ve bajando, me voy a sacar el saco y salgo.
Hago lo que me dice, bajo y rodeo el carro, abro su puerta esperando que salga y cuando lo hace ni mandíbula cae.
Esto no es lo que ella me había mostrado que se pondría.
Nunca había visto este vestido o lo recordaría, la falda del vestido es tan corta que si se agacha terminaría mostrándole sus nalgas y coño a todo el mundo y es tan transparente que lo único que evita que se le vea la ropa interior son los incontables pliegues que tiene en esa falda, el vientre aunque veo que hay tela allí es totalmente inexistente ya que es transparente y la zona de su pecho igual dejando ver sus turgentes pechos cubiertos por un brasier de encaje que gracias a dios no deja ver sus pezones.
El vestido tiene toda la intención de mostrar cada parte del cuerpo, pero aparte de eso ella lo hace ver jodidamente angelical y delicado.
Lo amo, pero lo odio.
Anthony: ¿De donde salió ese vestido? Yo no compre eso.
Imposible, nunca compraría algo con lo que todos pudieran ver las partes privadas de su cuerpo.
Willow: Técnicamente sí, solo que no sabías que era esto exactamente.
No claramente no sabía o no tendría ese vestido en su guardarropa, pero ya no hay nada que pueda hacer, a ella le gusta, se ve hermosa, aunque demasiado destapada para mi gusto.
Anthony: Bien, camina delante de mí.
Entramos pasando entre la gente, yo estoy pegado a ella sin dejar que nadie pueda ver su trasero, pero tampoco me gusta que vean su espalda descubierta.
Dios este vestido es una completa tortura.
Por suerte estaremos con mis amigos y ellos me ayudarán a mantener las manos curiosas y a los imbéciles lejos de ella, porque juro por dios que si veo a alguien tocándola me desconocere.
Willow: Ahí están, mira.
Me grita por encima de la música y señala la mesa en donde todos mis amigos están aún sin notarnos.
Nos encaminamos hacia allí y los ojos de todos se posaron en nosotros, una sonrisa surcó sus labios al verme, pero sus mandíbulas cayeron al detallar a mi hermana frente a mí.
Si, exactamente, esa es la reacción que tuve yo.
Ella está malditamente infernal.