No espero mucho, pero espero comentarios no me hagan aburrirme de escribir.
Willow.
Salgo de mi clase de sociología sintiéndome completamente estúpida, no entendí nada de lo que dijo el profesor, pero no me importa, estoy más preocupada por llegar a mi carro.
Hoy salía la nueva colección de Victoria Secrets y tengo que tenerla, obvio.
Le sonrío coqueta a los chicos que pasan y me guiña un ojo mientras camino hacia la salida, no puedo evitarlo, soy coqueta de profesión.
No hago nada con ninguno de ellos, tuve las interacciones suficientes masculinas desde que cumplí dieciocho años, hoy con diecinueve ya me di por servida, pero eso no quiere decir que deje de ser coqueta.
Citas increíblemente horribles, una relación corta aunque intensa rota y malas folladas hacen que pierdas el interés en los hombres, al menos en la mayoría, nunca podría perder el interés en él.
Él es el único que nunca me ha fallado.
William: Te quieren follar.
Miro al chico a mi lado, no sabía en lo absoluto que estaba allí, estaba más ocupada pensando en toda la ropa que me comprare con la tarjeta de saldo ilimitado que tengo en mi cartera.
Willow: ¿Y?
¿Está celoso? No tendría por qué, lo nuestro solo fue una noche y ni siquiera estaba lo suficientemente sobria como para recordarla por completo, si hubiera sido el caso no habría follado con él, es demasiado… intenso, de mala manera.
Es de esos chicos que te sigue a todas partes y te reclama por todo como si tuviera derecho alguno, es demasiado acosador y no de los que me gustan.
William: ¿Y? Eres mía.
Suelto una risa sarcástica mientras busco la llave de mi carro en la cartera.
Willow: No soy tuya.
Ni por asomo.
William: Eso no fue lo que dijiste aquella noche.
¿Le dije que era suya? Ciertamente no estaba en todos mis cabales.
Willow: Debo haberte confundido con otro —lo miro de arriba a abajo, su cuerpo aunque trabajado no es algo de admirar, sus hombros no son anchos, sus brazos no son enormes tubos de músculos, sus piernas son demasiado escuálida para mi gusto y su rostro aunque es… pasable por decir algo, he visto y veo diariamente mejores que esté— olvídalo eso no fue, estaría demasiado borracha, pero ciega nunca.
Subo a mi carro dejándolo con la palabra en la boca y arranco a toda velocidad hacia el centro comercial.
Debería sentirme mal por ser tan perra, pero no lo estoy, no me gusta perder el tiempo y detenerme a hablar con él es justamente eso.
El local de Victoria Secrets está repleto de gente como esperaba, la mujer en la puerta me reconoce como la cliente habitual que soy y me llama para que pase directamente, ni siquiera abrieron las puertas aún, pero este es un beneficio por ser Willow Smith, la hermana pequeña del guardia ofensivo estrella de los Dallas Cowboys.
No me gusta presumir de ello, pero estas son situaciones extremas y por supuesto que voy a presumir de mi hermano si eso hace que la costosa colección de lencería estará en mi enorme armario al final de la noche.
Escojo cada prenda y conjunto de la colección en diferentes colores, aunque el rojo es el que más resalta, es el color preferido de él.
Al salir de la tienda con la empleada cargando la incontable cantidad de bolsas encontramos a Henry, el guardaespaldas que mi hermano puso para mí, le mandé un mensaje cuando me subí a mi carro que estaría aquí y por supuesto no me dejaría sola, no si quiere conservar su empleo.
Mi hermano es muy sobreprotector y se entiende, lleva criandome desde sus diecinueve años cuando nuestros padres murieron en un accidente automovilístico, lo admiro mucho por eso, estar en la universidad con una beca, trabajar y cuidar de una niña pequeña es algo que no todos están dispuestos a hacer.
La empleada le da las bolsas a Henry quien la saluda amablemente y empieza a seguirme con una sonrisa en el rostro.
Willow: ¿Cómo está tu hija Henry? ¿Fue admitida en la universidad que quería?
La mención de su hija hace que su sonrisa se haga aún más grande, ella quiere ir a la misma universidad que yo y estaba aplicando a becas ya que es tan prestigiosa que ni siquiera con el sueldo de Henry pueden llegar a la cuota, secretamente hable con el director y aunque mentí pude haber dicho que la chica era muy importante para mi hermano y estaríamos dispuestos a cubrir su cuota siempre y cuando se le dijera que es una beca completa, todos quieres el favor de mi hermano por lo que no fue mucho problema que la aceptarán.
Henry: Está bien, si fue aceptada con una beca completa, estaba tan feliz, estamos muy orgullosos de su esfuerzo.
La chica se esforzó mucho, es una pena que no fuera suficiente a los ojos del director.
Willow: Dale mis felicitaciones y la estaré esperando, puedo pasarla a buscar si lo necesita sabes que no es un problema.
Henry: No queremos ser una molestia.
La universidad empezó hace unos días por lo que la hija de Henry, Amira estaría llegando tarde a los inicios, culpo totalmente al director puesto que yo hablé con él hace semanas.
Willow: No son una molestia Henry, te considero familia eso convierte a tu hija en mi familia también.
Él me sonríe como un padre le sonreía a una hija, lo hace como mi padre lo hacía cuando era niña, aunque no las recuerdo muy bien lo poco que lo hago se parecía a eso, una sonrisa tierna.
Henry: Muchas gracias señorita Willow.
Willow: Cuántas veces tengo que decirte Henry que solo me digas Willow, llevamos años con la misma discusión.
Henry: Y seguiremos muchos años más.
Me río sabiendo que es verdad, pero mi concentración se va a un llamativo y corto vestido blanco que hará gritar a mi hermano cuando lo vea.
Tengo que comprarlo.