Willow.
Una semana después.
El día de hoy mis clases fueron canceladas y como mi sexy hermano ahora que ¿Andamos? Podría decirse, ahora que andamos juntos es todavía más protector y posesivo conmigo me dijo que viniera al entrenamiento con él, ni siquiera se porque se cancelaron las clases solo leí el mail de la universidad avisándonos de la cancelación de clases y me prepare para ir de compras, no llegue ni a la puerta antes de que mi hermano me interceptara.
No es la primera vez que vengo a un entrenamiento, solo es la primera vez desde que follamos en el vestidor, ambos suspiramos de alivio al no haber sido interrumpidos en ese momento privado nuestro, pero secretamente imaginé que alguien entraba y nos veía, que le gustaba lo que veía y se quedaba viéndonos.
Fue excitante.
Mi rostro ya enrojecido por los recuerdos del vestidor y de la lengua de mi hermano en mi coño está mañana, pero si es posible se hace más rojo al detallar cómo se empiezan a quitar las camisetas y mojarse con las botellas de agua.
El agua gotea por el pecho de cada uno y las gotas terminan por perderse en las marcadas V de cada uno, estos hombres están tan bien entrenados y cuidados que no podrías decir cuál tiene mejor cuerpo, tienen sus diferencias, sí, pero todos tienen un cuerpo que te hace babear.
Me centro en mi hermano y como camina tranquilo mientras se ríe de lo que sea que estén diciendo, se deben estar burlando de los gemelos Moore, este fue el peor entrenamiento que he visto de ellos.
Empezaron por romper su formación y terminaron con perder el balón, incluso se han chocado entre sí, eso nunca antes había pasado.
...: ¿Qué haces aquí? No debes estar viendo esto es un entrenamiento privado.
Me giro con mi mejor sonrisa tierna hacia la perra de Clementine, me gustaría gritarle, hasta abofetearla, pero mi mejor jugada aquí es ser adorable y todo el trabajo se hace por sí solo.
Willow: Hola Clementine, estoy bien ¿Y tú cómo te encuentras?
Sonrío una vez más y vuelvo a mirar los monumentos de hombres que se acercan a la salida del campo hacia donde estamos nosotras, ni siquiera nos están prestando atención, pero eso no me molesta porque así tengo más tiempo sin interrupciones para admirar las vistas.
Clementine: Deja de hacerte la estúpida y vete de aquí.
Willow: Sabes que eso no sucederá, mi hermano me invitó.
Clementine: No veo que estés concentrada en tu hermano, estás mirando a los demás, vete.
Me encogió de hombros.
Willow: Los ojos para eso están.
Clementine: No puedes verlos.
Sonrió y la miro.