Isaac.
Llevo seis horas en la misma posición, me duele cada maldito cuerpo de mi cuerpo, pero es un buen dolor.
Todo parece bueno si lo que te causa el dolor es permanecer quieto mientras la pequeña mujer que amas está durmiendo en tu pecho.
Vuelvo a tocar suavemente con la punta de mi dedo el largo de su diminuta nariz de ida y vuelta, acaricio su cabello y le canto la canción de cuna que recuerdo escuchar cantar a mi abuela.
Casi me río cuando Andrew quien en su desconfianza se durmió en la otra punta del sofá se cae al suelo siendo empujando por las piernas de Jaxon, el otro con desconfianza de los once que están durmiendo en el suelo de la sala, pero el sentimiento que más predomina es el enojo.
Fue tan malditamente ruidoso que la pequeña se remueve en mis brazos, estaba tan tranquila, pero tenía que caerse el muy imbécil y despertarla.
Andrew: Mierda Jaxon me tiraste.
Jaxon: Fue sin querer hermano madura.
Isaac: Cállense imbéciles.
Andrew: Tú cállate no nos mandas.
Anthony: ¿Pudiste dormir pequeña?
Con esas palabras ambos guardan silencio, los que aún no se despertaban ahora están levantándose y a las bolsas de dormir del suelo mientras se suenan los huesos, debe ser jodidamente incómodo dormir en el suelo, al menos el consuelo para mí incomodidad es tenerla en los brazos.
Willow: Sí.
Se sienta aún sentada en mi regazo, mi mano acaricia su pierna de arriba a abajo queriendo que esté lo más tranquila posible.
Zane: ¿Tienes hambre?
Joshua: Puedo cocinarte las mejores pizzas que vayas a probar nunca.
Joseph: Hazle caso, son las mejores.
Ryker: La hawaiana es la mejor.
Le guiña un ojo a la pequeña y ella le da una sonrisa pequeña de boca cerrada, no es nada comparado a las sonrisas que tenía antes, pero es un avance.
Willow: Ahora vuelvo.
John: ¿Dónde vas? ¿Te llevo? ¿Necesitas ayuda?
Dios estos tipos no entienden nada.
Isaac: Ve, nadie te seguirá —cuando estoy seguro de que está fuera del alcance miro a los once hombres que están mirando el espacio por dónde ella se fue— dejen de tratarla como si estuviera rota.
James: No está bien.
Isaac: Pero no está rota —intento explicar lo más calmadamente que puedo, tal como me dijo mi psicólogo— ella sufrió un evento traumático que la dejará marcada, pero está bien o lo estará, si dejan de tratarla como si en cada paso que diera la vayan a lastimar.
Anthony: Nadie va a lastimarla.
Isaac: Eso suena a algo que ustedes quieren escuchar, no ella.
No necesita vivir como si caminara sobre cáscaras de huevo, si no la dejan asimilar su trauma terminará peor que yo.
Declan: Nos sentimos culpables.
Sí, no estoy seguro de haber ayudado en eso con lo que les dije cuando se las entregué llorando, pero la rabia me había alcanzado y ningúna respiración que mi psicólogo me había enseñado estaba funcionando.
Isaac: Seguramente no soy la persona de la que esperaban escuchar esto, pero no es culpa de ustedes, las acciones de los demás no son culpa suya, deberían saber eso.
Deberían aprender a entenderlo, es algo que cuenta, pero después de un tiempo lo entendí, no fue mi culpa que mi padre muriera de una sobredosis, no fue mi culpa que no tuvieran dinero para comer o vivir, no es mi culpa que mi madre terminara presa, yo no elegí sus acciones y termine de culparme.
Daxton: Pudimos cuidarla mejor.
Bufo.
Isaac: Hicieron todo lo que estuvo al alcance de sus manos, que la mierda esa los haya tomado desprevenidos no es culpa suya ni es culpa de ella, solo culpa de él, por dios ni siquiera se porque me importa que entiendan esto, pero siento que debo ayudarlos a entenderlo por ella.
Zane: Gracias.
John: Nunca pensé decir esto, pero gracias, por ayudarla y... ayudarnos ahora.
Joshua: Es v...
Tapa la boca de su hermano cuando ve que la pequeña está de vuelta, lo que sea que iba a decir al parecer no debía ser escuchado por ella.
Joseph: Pizzas, vamos a hacer pizzas, ¿Quieres amasar con nosotros pequeña?
Willow: No sé cocinar.
Joseph: Nadie nace sabiendo.
Ella nos da a todos otra sonrisa de boca cerrada y asiente con la cabeza, camina hacia la cocina detrás de los gemelos Moore, soy el primero en sentarme en un taburete que rodea la enorme isla de la cocina y detrás de mí vienen los demás, algunos se quedan de pie, pero todos estamos viendo lo mismo.
Seguramente deberíamos hablar sobre lo que ellos tienen con ella o lo que yo tengo, tenía, con mi pequeña y lo que estoy intentando recuperar, pero eso será una charla para cuando los bellos ojos verdes de mi pequeña vuelvan a cerrarse.
Joshua se pone detrás de ella y le ata el delantal rosa que Joseph le puso, parece tan en su elemento en medio de ellos que no puedo evitar preguntarme cuántas veces hizo esto, cuánta confianza tiene en todos ellos para sentirse cómoda estando rodeada de ellos y lo natural que es para ella estar con todos.
La he visto antes del partido, la ví llegando al estadio subida a la espalda de Ryker, la ví abrazando a cada uno de ellos y la vi saludarlos a todos con un rápido beso en los labios, estaba enojado ese día al ver eso, ella me había superado y yo aún no concebía la posibilidad de dejar de intentar recuperarla.
Supongo que todavía no la concibo y no creo que nunca la conciba.
Isaac: Tienes un poco de harina aquí pequeña.
Willow: ¿Dónde? ¿En el rostro? Quitamela.
Isaac: Aquí.
Le digo y aprieto mis labios con los de ella hundiendo la cocina en un silencio tenso, del que no llego a sentirme culpable.