Capítulo 59. Nada será igual.

497 26 0
                                    

Trevor estaba sentado en la sala de espera de un hospital junto a Joey.

Su amigo suspiró con cansancio antes de hablar.

—¿No sientes una especie de déjà vu?

—¿De qué carajos hablas? —preguntó Trevor, sin dejar de revisar su teléfono móvil. Respondía mensajes.

—Tú y yo sentados en la sala de espera de un hospital mientras atienden a Connor. ¿Cuántas veces hemos hecho eso en nuestras vidas?

Ambos se observaron con incomodidad. Era cierto que aquello lo habían hecho muchas veces, porque Connor siempre fue un joven indetenible y temerario que solía meterse en problemas muy seguido.

Cuando eso pasaba, él no se comunicaba con sus padres para que lo socorrieran, sino con sus amigos. De esa manera se aseguraba que lo atendieran sin recibir reprimendas, luego las soportaba con resignación.

—De mi parte, espero que esta sea la última vez —dijo Trevor, aún molesto por la terrible situación que había vivido por culpa de Connor y de sus absurdas imprudencias.

En esa ocasión, no pudieron complacerlo manteniendo un silencio de amistad alrededor de su condición, sino que tuvieron que comunicarse con Natalia y con los padres del hombre para que acudieran al hospital.

En segundos aquel lugar se llenó con familiares y amigos de Connor, entre ellos, los Holland, quienes estaban preocupados por su salud, pero también, muy interesado por lo sucedido.

Natalia tuvo que contarles lo que sabía dejando que Trevor complementara su explicación con el agregado que faltaba, como la existencia de su hijo George.

Por supuesto, hubo mucho enfado y ansiedad por lo que escuchaban, pero el delicado estado de salud de Connor superaba sus sentimientos. Ya llegaría el momento de aclarar aquel asunto, por ahora, solo querían que él se recuperara.

La bala que Naomi le había dirigido se alojó en su costado. Aunque no llegó a perforar ningún órgano de importancia, estaba en un sitio delicado. En ese momento lo operaban.

Trevor se había quedado en el hospital no solo para saber de él, sino velando por Gloria, por Thamara y por la mujer de limpieza de la casa en Lakewood que por fortuna no estaba grave. El disparo que había recibido de parte de Benjamín Adonis le atravesó el hombro.

Adornis fue el único fallecido en aquel asalto.

Trevor esperaba que el chofer fuese a buscarlo para ir a la mansión antes de acudir a la comisaría, donde tenían detenida a Naomi.

La madre de la mujer se movía con sus abogados para declararla incapacitada mentalmente y así evitarle la cárcel, aunque no podía seguir impidiendo que la encerraran en un hospital psiquiátrico.

Lo que había hecho en esa ocasión, superaba sus expectativas.

Trevor se sentía cansado y afligido, aquel problema había terminado de una forma muy violenta. Jamás hubiese querido que algo así sucediera.

Quería ir rápido a casa. Su abuelo se encontraba aquejado de salud por culpa de la preocupación, así como Kendra.

Todd había ido a la mansión con Julinka para ayudar en lo que pudiera, ya que Virginia y Frederick no se daban abasto atendiendo a los dos enfermos, a la hija de Thamara que seguía con ellos y consolando a Brianna, que no se apartaba ni un centímetro de su hijo.

A pesar de que los enfermeros también se encontraban en casa y esta se mantenía resguardada por varios miembros de seguridad que él había contratado, se sentía inquieto. Deseaba estar con los suyos.

—Trevor, ¿podemos conocer a George? —preguntó la madre de Connor al ver que él se ponía de pie con intención de marcharse.

—Hoy no. Lo vivido lo ha tenido muy nervioso, intentan dormirlo en casa. Cuando Connor se recupere, hablaremos del asunto. Podrán ir a la mansión a reunirse con él las veces que quieran, las puertas de mi casa siempre estarán abiertas si van con buena actitud.

—Quiero conocer a mi nieto —pidió la mujer con lágrimas en los ojos. La noticia la había conmovido.

—Lo conocerá pronto. Se lo aseguro.

Ella le dio un abrazo como agradecimiento y volvió con su esposo. Trevor salió del hospital seguido por Joey.

—Espero que esto no desate un nuevo conflicto —dijo su amigo al llegar al estacionamiento, en referencia a la insistencia de los padres de Connor de estar cerca del niño.

—Si van por las buenas, no les cerraré las puertas, pero si pretender humillar a mi esposa o amenazar con quitarnos al niño, me volveré un lobo feroz. Eso te lo aseguro. No volveremos a pasar por una crisis parecida a esta.

Trevor se despidió de Natalia, que se encontraba afuera, fumando con unos familiares, y regresó a la mansión esquivando a la prensa que se hallaba al acecho. Joey se quedó un rato más en el hospital.

Apenas puso un pie dentro de su casa, Virginia lo agobió con preguntas, Frederick le informó de todas las llamadas y las visitas que había recibido ese día, preguntando por lo ocurrido, y Ashley lo abrazó exigiendo saber de su madre.

Luego de calmar a todos y confirmar que su abuelo dormía y Kendra se encontraba más tranquila recostada en su cama, fue a la habitación de Brianna, donde ella estaba con George.

Pasó en silencio, porque sabía ella dormía al niño. La luz estaba apagada y ambos se hallaban recostados en la cama.

Brianna cantaba una suave canción de cuna mientras el niño dormía abrazado a ella.

Se quitó los zapatos y se acostó detrás del chico, frente a la mujer, así pudo abrazarlos a ambos.

Brianna enseguida buscó su boca al tenerlo cerca, dándole el profundo beso que había añorado todo ese día.

—¿Cómo está él? —preguntó en susurros y en referencia a Connor.

—La operación fue exitosa y lo tenían en recuperación cuando me vine. Es fuerte, saldrá de allí pronto.

Ella lo observó con los ojos hinchados por las preocupaciones.

—Que terrible ha sido este día —dijo inclinándose hacia su hijo para besar su cabecita.

—Estaremos bien. Te prometo que desde ahora todo será diferente —aseguró apretándolos a ambos en su abrazo, dispuesto a cambiar desde ese momento la realidad de su familia.

Brianna de nuevo buscó su boca y susurró sobre ella varios «Te amo» sin dejar de besarlo. Con eso lo llenaba de energías y determinación.

Ya nada sería igual.

Por tenerlos a su lado, estaría dispuesto a dar su vida si así fuese necesario.


Dos hombres y un destino (COMPLETA) Matrimonio por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora