Capítulo 45. Noticia impactante.

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Al día siguiente, cerca del mediodía, Trevor se reunió con Natalia Fitzpatrick en el restaurante de Joey. Su amigo había arreglado la reunión porque él continuaba en contacto con la mujer. En ocasiones ella asistía a su restaurante y conversaban por horas.

—Hola, Natalia —saludó Trevor al llegar a la barra, donde ella tomaba un Martini.

Era una rubia pequeña y de personalidad tímida, que siempre llevaba puestos unos anteojos de pasta negra con forma de ojos de gato.

—Hola, Trevor. Un gusto verte de nuevo —dijo con una sonrisa antes de que él le diera un beso en la mejilla y se ubicara a su lado.

—¿Tequila o whiskey? —bromeó Joey mientras estrechaba su mano.

—Un whiskey, pero solo un vaso, no me traigas una botella entera.

Su amigo se carcajeó divertido al tiempo que buscaba su pedido. Natalia los observó con los ojos muy abiertos.

—Es una tonta broma que tenemos él y yo, no te asustes. No voy a emborracharme —explicó, al notar el rostro inquieto de la mujer.

—Desde hace como siete años no te veo borracho.

Él respiró hondo al recordar las fiestas que Connor ofrecía en la casa de la playa de sus padres en Dash Point, una zona turística ubicada en el estrecho de Puget, donde solían ir cada verano para practicar senderismo y skimboard.

Había ocasiones en que su amigo invitaba a muchas personas y llevaba a cabo fiestas que casi se les iban de las manos. Natalia era la única que siempre mantenía la cordura y evitaba que todos perdieran la cabeza más de la cuenta.

Aquel fue un tiempo lleno de excesos y locura.

—Bueno, la vida cambia —dijo, aceptando el vaso de licor que le ofrecía su amigo, quien le sonrió con complicidad y burla.

—Trevor ya no se emborracha, pero sí hace otras tonterías —lo pinchó Joey, ganándose una mala mirada de su amigo.

Natalia sonrió con disimulo.

—Todos hacemos cosas locas de vez en cuando.

Trevor la observó con seriedad.

—Connor últimamente se está pasando de la raya con eso —alegó, haciendo que la mujer perdiera su rostro divertido y también se mostrara seria.

—Mi primo ya no es el mismo de antes. No ha sido el mismo desde hace mucho —reveló cabizbaja.

—No es mi estilo citar a una vieja amiga para hablar de las malas acciones de un viejo amigo, pero lo que está haciendo Connor este último tiempo me está afectando demasiado.

—Sí, Joey me adelantó algo.

Trevor le dio un trago a su bebida antes de hablar, sintiéndose incómodo.

—¿Desde cuándo Connor ha comenzado a cambiar?

—Desde que mi tío empezó a tratarlo con mayor exigencia. Le dio mucha libertad de joven, por eso le ha resultado tan difícil conseguir algo de él luego de que saliera de la universidad. Mi tío no solo esperaba que Connor se interesara en dirigir la productora de la familia, sino que esperaba que colaborara por voluntad propia consolidando una alianza con los Holland por el bien de la empresa, pero mi primo no dejaba de hablar de independizarse y cada semana presentaba una novia nueva a pesar de estar comprometido con Margaret Holland.

—¿Llevaba a sus novias a casa?

—Sí, pero lo hacía solo por molestar a mis tíos. Se buscaba mujeres que ellos odiaran desde el primer momento, ya fuesen por su mala reputación o porque no tenían nada de dinero. Era una forma de decir que él hacía lo que se le venía en gana.

Dos hombres y un destino (COMPLETA) Matrimonio por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora