Capítulo 57. La búsqueda.

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Cuando Trevor llegó al hospital, Brianna corrió y se lanzó a sus brazos.

—¡Se lo llevó! ¡Es mujer se llevó a mi hijo! —exclamó entre llantos.

Connor ya estaba allí y miraba enfurecido la escena. Su hotel estaba ubicado en las cercanías de aquel centro de salud.

—Tranquila. Lo encontraré —aseguró, y le acarició la espalda y los cabellos antes de besar su cabeza.

Al separarla un poco para mirarla a los ojos, se enfadó al descubrir su rostro hinchado y afligido. No quería verla así nunca más.

—El tal Benjamín Adonis es una mentira —reveló ella—. Yo no lo conozco y la policía habló con Diermissen y él jamás ha escuchado ese nombre.

—Es obvio que haya mentido —respondió y lanzó una rápida mirada cargada de ira hacia Connor—. Debía justificar su cercanía para distraer a Gloria.

—¿Qué vamos a hacer, Trevor? ¿Cómo vamos a encontrar a George? Esa mujer es peligrosa. George le tenía miedo, debe estar muy asustado —exclamó con nerviosismo.

—Calma. Ahora te necesito serena —pidió acariciándole el rostro—. Hablé con Comanche, él me está averiguando datos sobre ese hombre, y ahora voy a reunirme con la hermana de Naomi. Su familia va a colaborar para encontrarla.

—Casi matan a Gloria. El golpe que le dieron en la cabeza fue muy fuerte. La tienen sedada y le van a realizar una tomografía —explicó entre gimoteos.

—El director de este hospital es amigo de mi abuelo, le avisaré para que se ocupe de ella mientras vas a casa —dijo y sacó su teléfono móvil—. Tu madre llegó angustiada a la mansión, alteró a Virginia y a mi abuelo. Le pedí a los enfermeros que fuesen ahora mismo para que los atendieran, pero necesito que tú estés allá.

—No quiero dejar sola a Gloria. Su madre y su tía están por llegar.

—Apenas ellas lleguen, regresas a la mansión. Ya activé un equipo de seguridad para que los proteja, un miembro de ese grupo vendrá para estar contigo, pero prefiero que estés más resguardada en casa.

—¿Y tú?

—Yo estaré bien. No quiero que te preocupes por mí.

—Pero...

—Iré con él.

La intervención de Connor los silenció. Ambos lo observaron con fijeza.

En los ojos de Brianna se reflejaba duda y desesperación. En los de Trevor, rabia y reproches.

—Es mi hijo. Quiero participar en la búsqueda —apuntó Connor con seriedad.

Trevor iba a decirle algo, pero en ese instante llegó la madre de Gloria y la tía pidiendo con angustia explicaciones.

Luego de que él les informara lo que sucedía y las presentara con el director del hospital, que en ese momento se hizo presente y sería quien se ocuparía en persona de la niñera, se llevó a Brianna hacia el estacionamiento para que volviera a la mansión con el miembro de su equipo de seguridad.

—Por favor, mantenme al tanto de todo lo que suceda. Te lo ruego —susurró ella al abrazarse a su esposo, sintiendo las caricias de él en su espalda.

—Lo traeré de vuelta, te lo prometo —le susurró al oído.

Se besaron llenos de ansiedad, justo en frente de Connor, quien les dio la espalda para soportar la rabia que le produjeron los celos.

Una vez pudo calmarla, la hizo entrar dentro del auto y le pidió al guardia que se pusiera en marcha.

Miró su partida procurando no demostrar su agitación, luego se giró hacia Connor y retomó su actitud iracunda.

Dos hombres y un destino (COMPLETA) Matrimonio por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora