Capítulo 53. Reclamos.

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Brianna llegó a la casa hecha un manojo de nervios. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para mantener calmado a George cuando fue a buscar a su madre. El niño quedó inquieto por la actitud desquiciada de Naomi.

No quería que Kendra sospechara lo que había sucedido, así que tuvo que mentirle que el niño se había asustado en el parque con un perro para explicar su estado alterado.

Al llegar a la mansión, se alegró al hallar a la niñera. Ella lo ayudó a darle un baño al niño para relajarlo y dormirlo, al tiempo que Brianna se ocupaba de su madre.

Al tenerlos a los dos tranquilos en sus habitaciones, enseguida se dirigió al despacho de Trevor. Tenía atorados en la garganta varios reclamos para él.

Como el despacho estaba abierto, aprovechó para entrar sin anunciarse. Él estaba de pie, de espaldas a ella. Miraba por uno de los ventanales hacia los jardines exteriores mientras hablaba por teléfono.

—¿Y esa persona es de confianza?

Se quedó muy quieta detrás de él a varios pasos de distancia y con los brazos cruzados en el pecho. Estaba ansiosa porque terminara de hablar para abordarlo.

—Ivanova, necesito que ese trámite no avance, al menos, por unas semanas.

Al escuchar el nombre de aquella mujer se inquietó. Ivanova Neville era la jueza del Tribunal de menores, la mujer que había sido su amante en el pasado y pretendía ayudarlo a impedir que Connor le quitara al niño a cambio de sexo con su esposo.

No pudo evitar que los celos la embargaran.

—Ahora estoy tapado de problemas, necesito tiempo para ocuparme de eso. Si ese abogado es capaz de concedérmelo, le daré todo lo que me pida.

Brianna apretó los dientes con furia. Sabía que esa mujer sería capaz de manipular la situación para ser ella quien le pidiera a Trevor todo lo que quisiera. No lo iba a permitir.

—Lo llamaré hoy mismo. Gracias por avisarme.

Trevor cortó la llamada, pero se quedó en esa posición revisando los mensajes de texto en su móvil.

Brianna se hizo sentir carraspeando con sonoridad. Él enseguida se giró hacia ella.

—Hola, ¿cuándo llegaron? —preguntó aproximándose, viendo con el ceño fruncido su rostro enfadado.

—Te dije que no hicieras ningún acuerdo con esa mujer.

Él respiró hondo antes de responderle y guardó su móvil en el bolsillo de su pantalón.

—El abogado de Connor introdujo hoy la solicitud de paternidad, pero además, inició las gestiones para una demanda en mi contra.

Ella lo observó sorprendida.

—Imposible. Él me dijo que hoy tendría la primera reunión con su abogado, para iniciar la solicitud de su paternidad.

—¿Hablaste con Connor? —preguntó, mosqueado.

Brianna se inquietó, pero enseguida se irguió para mostrarse firme.

—Sí, y eso me dijo.

Su respuesta lo afectó, pero intentó no demostrarlo.

—La solicitud ya está hecha en el Tribunal y hoy le harán la prueba de ADN en el laboratorio.

Ella se mostró desconcertada.

—Imposible.

—Ivanova acaba de avisarme que ese trámite ya...

—¡¿Por qué sigues comunicándote con esa mujer?! —exigió, furiosa.

Dos hombres y un destino (COMPLETA) Matrimonio por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora