ACEPTAR EL MEJOR FUTURO P3

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ESTOS CAPÍTULOS RECIENTEMENTE LOS ESTOY SUBIENDO AQUÍ. ERAN LOS QUE DEJÉ DE PUBLICAR Y QUE COMPLETAN LA HISTORIA.


NOTA

Texto entre " ", pensamientos de los personajes.

Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.

PVO MAAM

El tenebroso Inframundo se diluyó para dar paso a un precioso cielo azul. Mi cuerpo volvió a verse sólido, pero me sobresalté al darme cuenta de que esa mujer me dejó sobres las nubes y yo no puedo usar magia de levitación. La gravedad me reclamó y caí a gran velocidad. De estar a una altura más cercana al piso, me sería fácil usar mis movimientos de artes marciales para controlar la caída, pero estaba demasiado arriba y la presión no me permite respirar, ni mantener los ojos abiertos. 

"¡Esa maldita me engañó!", ésta era una muerte segura y me odié por haber sido tan estúpida.

De pronto sentí que choqué con algo y pensé que al menos el golpe no fue tan doloroso como pensaba, pero al abrir los ojos, descubrí que Popp me estaba cargando.

–¿Qué hacías allá arriba? –preguntó con esa alegría que tenía antes de que Dai desapareciera –de no ser por Junior, habríamos regresado a la aldea sin que supiera que estabas a nada de dejarme viudo.

–¿Cómo dices? –ya perdí la cuenta del número de veces que he abierto la boca el día de hoy, pero es que es inevitable con tanta información.

–¿Por qué te sorprendes? –esa sonrisa despreocupada es lo que más extrañaba en él.

Observándolo bien, su rostro es el de un hombre de más de veinticinco años, (si tomo como referencia a Hyunckel y a mi maestro).

La ropa que lleva es similar a la que usara en el castillo de Papunika los días posteriores a la batalla contra Vearn, pero el pantalón es más pegado a sus piernas y las botas le llegan casi a la rodilla. En sus manos lleva unas muñequeras de piel, y noto que sigue usando la hebilla con el rostro del tío Matriv, (que ya no es ovalada, sino en forma de rombo).

–Me estás poniendo muy nervioso –me dijo con un ligero rubor que me parece tierno en un hombre adulto.

–¿Por qué te pongo nervioso? –necesitaba tocarlo y pasé mis dedos por su cara.

–Es que cuando me miras así, tenemos que llevar a Junior con su abuela porque estaremos hasta el anochecer buscando darle un hermano.

–¡Eres un pervertido! –eso fue demasiado para una adolescente de diecisiete años... por su culpa mi cara está roja de vergüenza.

–Hoy estás muy rara –se ríe mientras desciende hacia un claro que reconozco como el que está en la villa de Nayle –por cierto, ¿por qué te vestiste con la ropa que usabas de joven?

–¿Acaso soy vieja? –evito mirarlo para que no se fije en mi rostro que ahora debe verse más joven que la versión de este tiempo.

–Apenas tienes veintiséis, pero desde que nos casamos, me exigiste que dejáramos de combatir y para obligarme a obedecerte, empezaste a usar vestidos muy reveladores para mantenerme pegado a ti todo el tiempo.

–¿Vestidos reveladores? –mi grito resonó por todo el lugar –yo... yo no usaría esa ropa jamás.

–¡Mami! –la voz de un pequeño niño hace que mi corazón se emocione.

EL VIAJE EN BUSCA DEL HÉROE Y EL DESCUBRIMIENTO DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora