"Los sueños pueden convertirse en realidad, se materializan, pero así también pueden volverse polvo..."
Respiro con dificultad, siento la presión en sus palabras y por más que haya pensado y repasado este diálogo durante mucho tiempo -soñando que lo vería de nuevo-, esto es completamente distinto.
Arsen no está en posición de juegos ni amabilidad.-Yo...yo -balbuceo sin poder quitarle la vista de encima, sus ojos se desvían de mí y van al interior, a mis espaldas, donde se encuentra Evan.
-¿Es verdad? -pregunta y su tono es de verdadera curiosidad.
-No sé qué haces aquí, no tengo nada que decirte -de un tirón dejo escapar todo eso.
Él parece inmutable.
-Quiero verlo -exige, pero niego con la cabeza.
-¿Cómo me encontraste? -no voy a preguntarle cómo se enteró porque es algo obvio que su madre se lo haya contado, veinticuatro horas más tarde está aquí.
-Mi madre te siguió hasta aquí -¡Maldita sea!, niego indignada con mi vista en el suelo.
No pensé que su madre haría eso. ¿Por qué tuve que ir a ese mercado? Cierro mis ojos buscando fuerzas para sacarlo de aquí, no quiero que sepa de mí y, por más que es obvio que Evan es su hijo, no quiero que tenga la certeza.
-Debes irte -afirmo, me hago atrás para cerrar la puerta pero con su mano lo impide.
-Sólo quiero verlo -ruega.
Con esa mirada es imposible decir que no, a desgano suelto la puerta y sin quitar mi vista de la suya, señalo hacia donde Evan está. Al pasar por mi lado, aspiro ese aroma cítrico, por milésimas de segundos cierro mis ojos y me transporto en el tiempo, miles de recuerdos y sensaciones vuelven a mí, pero las hago a un lado. Vuelvo a abrir mis ojos y a centrarme en esta realidad, cierro la puerta y lo sigo en el camino hasta el corral.
Solo observo su espalda, su firme caminar y me siento pequeña ante él.Cuando nos situamos enfrente, se cruza de brazos y con una mano se tapa la boca para negar con la cabeza en un gesto de sorpresa y asombro. Evan sigue mirando la televisión y jugando con sus juguetes, no presta atención a que lo miramos. Ante esto decido tomarlo en brazos. «No sé qué estoy haciendo, en tan sólo minutos acabo de darle entrada a mi vida, de admitir todo lo que hace tiempo atrás juré negar y combatir». Me acerco a él para entregárselo y me mira desconcertado, como si no terminase de creerlo.
-Es cierto, son mis ojos -afirma.
Lo toma en brazos, observa y analiza por completo, sus ojos brillan tanto que puedo creer que llorará, sonríe y comienza a hablarle, solo se oyen palabras en griego -¿porqué tenía que hacerlo?- Evan ríe todo el tiempo, no es algo nuevo, es muy simpático, la guardería lo vuelve sociable, y es por la sonrisa que tiene en su pequeño rostro, que veo lo completamente iguales que son.
No he visto imagen más tierna que esta antes, es hipnótico. Sólo me mantengo a un costado, de brazos cruzados y tratando de hacerme invisible. No voy a negar que el ver a Evan en brazos de Arsen es algo con lo que he soñado muchas veces. Al oírlo hablar en griego la piel se me eriza, su voz ronca y esas palabras -que aunque no sé el significado-, no dejan de fascinarme.
-¿Cómo es su nombre? -pregunta sacándome de mi estupidez, aclaro mi garganta por el momento incómodo. Espero no se haya dado cuenta.
-Evan.
-Evan es un nombre griego -comenta y sonríe ampliamente obligándome a sonreír también.
-Sé que es griego, por eso se lo elegí.
-Me agrada -agrega-, le queda bien -Acaricia la mejilla de Evan y vuelve a observarme-. ¿Sólo Evan?
-Evan O'Donnell -Frunce su ceño y veo su gesto de confusión ante mi respuesta.
-¿Por qué tiene tu apellido?
-Porque soy su madre, así lo reconocí.
-¿Tu esposo no lo reconoció?
Ante su pregunta quedo muda, no tiene idea que me separé de Samuel, quedaron tantas cosas por decir y aclarar pero no hubo tiempo... «¿Debería decírselo?». A todo esto escucho la puerta de un auto cerrarse, y es más que seguro por la hora que sea Liam. Mi respiración comienza a cortarse, Arsen posa sus ojos en la puerta de entrada y lo primero que atino a hacer es tomar a Evan de sus brazos y abrazarlo. Me siento invadida y vulnerable.
-¿Quién es? ¿Tu esposo? -inquiere.
Me apresuro a negar sin poder articular una palabra, no debo dejar que se meta en mi vida, no puedo permitírselo, no después de lo que ha hecho.
-Debes irte -pido, se queda parado sin hacer nada y mientras los segundos pasan, comienzo a sentirme desesperada.
-¿Sabe que no es su hijo? -Su rostro tiene una pequeña mueca, como si la situación le causara gracia.
-Arsen -amenazo-, debes irte, no mereces explicaciones.
Su ojos de abren en sorpresa por mi respuesta, pero la tensión se agranda cuando la puerta de entrada se abre, Liam entra como si nada, sin vernos aun, solo se limita a quitarse el abrigo, dejar las cosas sobre la mesa y revisar su teléfono como todos los días. Yo, por el contrario contengo la respiración, Arsen se paró a mi lado y lo observa con su ceño fruncido, como si no entendiese.
-¿Es tu hermano? -pregunta despacio.
Y es justo ahora que Liam levanta su rostro y nos ve. Clava sus ojos en Arsen y veo como su mandíbula se tensa, sus manos se cierran formando un puño y temo por lo que pueda suceder.
-Liam -Llamo su atención, intercala la mirada entre ambos, pero no se acerca-, ya lo sabe -confieso.
Los tres quedamos inmóviles, mis nervios me atacan y es una sensación espantosa, pero si quiero que Arsen se vaya, debo decirle como están las cosas aquí.
-Liam -llamo su atención, asiente de manera casi imperceptible y espera que hable-, voy a hablar con Arsen, quédate con Evan -asiente y sin quitarle la visa de encima al recién nombrado, llega hasta donde estamos y toma a Evan en brazos para llevárselo a la cocina.
Le hago señas a Arsen de salir al frente, lo que acata sin protestar. Una vez fuera respiro hondo y medito por donde comenzar. Arsen se para frente a mí, espera que hable. Y algo me dice que nada bueno saldrá de esta charla.
-¿Quién es Liam? -inquiere.
¿Por qué tengo tanto miedo o me cuesta decírselo? Yo no cometí errores, y si lo hice no fue con él, sino a otros. Di todo por Arsen y no merezco ser juzgada por un mismo crimen dos veces.
-Liam es mi pareja, vivo con él y, es a quien considero padre de Evan.
![](https://img.wattpad.com/cover/314566877-288-k168181.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Lovers: Él, prohibido
Romance"Mi vida era normal, quizás un poco monótona y aburrida. Hasta que aquél griego de tan solo 19 años de edad, hizo temblar el suelo bajo mis pies. Sus ojos de aquel color jade me hipnotizaron y sus palabras me cautivaron. Jamás pensé que podía enamo...