Capitulo 9

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El sonido de unos perros ladrando fuera de la casa me despertó solo 7 minutos antes de que sonara la alarma, me dolía un poco la cabeza y sentía mi boca algo seca.me levanté de la cama y fui al botiquín del baño por una pastilla para el dolor para después ir a la cocina por un vaso de agua. Me disocié de la realidad por un momento mientras recordaba lo que había pasado la noche anterior y tenía un debate interno si debía o no mandarle mensaje a Javier. Cuando regrese a mi realidad deje el vaso en la barra y me metí a bañar cuando salí saqué varias prendas de mi clóset mientras iba armando posibles outfits que estuvieran acordé al momento. No me decidía así que solo me puse una licra color negra una playera over size color blanca y los únicos tenis deportivos que tenía color blanco.

Tomé la mochila con la que siempre salgo y guardé mis audífonos, mi cartera, llené una botella con agua y la guarde también metí un espejo y mi bálsamo

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Tomé la mochila con la que siempre salgo y guardé mis audífonos, mi cartera, llené una botella con agua y la guarde también metí un espejo y mi bálsamo. Con el maquillaje no hice mucho, supuse que iba a sudar así que solo me puse un poco de rimel, rubor, peiné mis cejas y me puse una tinta de labios. También me puse desodorante y mi perfume cuando terminé, metí ambas cosas a la mochila. Cuando terminé de meter todo me llegó un mensaje de Alan que ya había llegando. Suspiré tomé las llaves y abrí la puerta para salir pero me topé con una Ale que estaba buscando sus llaves en su bolsa.

- Hola - saludé

- Hola - me abrazó - creí que aún no estabas despierta. No quería tocar.

- No, ya tengo rato despierta - me asomé para la calle y efectivamente ya estaba Alan ahí - Voy al estadio

- ¿Vas a trabajar hoy?

-

- Que flojera, ¿Y te vas a tardar mucho?

- Mmm no sé, no creo. Pero yo te aviso cuando venga.

- Muy bien

- Me gustaría escuchar sobre tu noche pero no quiero llegar tarde, aparte ya llegó mi Uber, ¿Me platicas más tarde?

- Va, yo te espero. Que te vaya bien

- Bye, gracias - salí y cerré la puerta detrás de mí. Llegué al auto y me senté en los asientos traseros - Hola - saludé

- No hay nadie aquí sentado - apuntó el asiento del copiloto

- Oh lo sé. Solo que le dije a mi amiga que ya había llegado mi Uber y pues me tuve que sentar acá atrás.

- Okay - Encendió el auto - ¿Iniciamos viaje, señorita? ¿Desea que siga la ruta que marca la aplicación o tiene alguna otra ruta?

- Ja ja que gracioso - reí sarcásticamente, me sonrió por el espejo retrovisor y empezó a conducir cuando dió vuelta la calle se frenó

- Ya te puedes pasar para adelante, ya no hay nadie que te vea

- No, gracias aqui estoy bien - lo miré por el retrovisor y él también. Sabía que no iba a avanzar hasta que me sentará adelante, tomé mi mochila baje y me senté en el asiento del copiloto - Listo

Dos Corazones En Juego - Alan Mozo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora