Capitulo 32

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Al día siguiente me despertó la alarma, y sentía como si todo lo que había pasado la noche anterior hubiese sido un sueño. Y al recordar todo lo que pasó sonreí y tapé mi cara con mi cobertor. Me levanté, me bañé y me cambié. Ale aún seguía dormida y yo me adelanté a hacer el almuerzo, ya estaba terminando cuando escuché que se levantó.

- Holaaa, buen día - la saludé

- Hola - se paró a un lado de mí - anoche me cansé de esperarte y fui a dormir, ¿Qué tal te fue? También estaba muy preocupada. No hagas eso, nunca salgas de noche sola

- Perdón, no creí que Alan te fuera a hablar

- Pues no le contestabas, ¿Qué más iba a hacer? Pero bueno, ¿Qué pasó? ¿Ya le dejaste claro que no puedes estar con él?

- Pues... Digamos que - alargué la última palabra para al último sonreír

- ¿Qué? ¿Qué pasó?

- Pues nada, ya somos novios

- No, no es cierto. Juralo - asentí con la cabeza mientras sonreía - ¡AAAAAAAAAHHHHHH! - me abrazó - ¿Cómo pasó? Si me dijo que te enojaste o algo así.

- Pues sí, no sé que pasó es que mira...

- Haber, vámonos al comedor a hablar mientras almorzamos

- Okay - tomamos los platos y nos sentamos en el comedor

- Ahora sí, no te saltes ningún detalle

- ¿Ninguno?

- Ninguno

- Okay - reí - Pues mira, llegamos al restaurante todo bien no habíamos hablado nada hasta en ese momento. Pedimos una botella de vino y pues empezamos a hablar, y me dijo que le dijera otro pretexto aparte de que no quería arruinar mi relación con Chivas entonces pues se podría decir que ahí empezamos a discutir. Ya al último no pude y pues empecé a llorar y tomé mis cosas y salí corriendo. Después me escondí de él y es cuando se fue a buscarme y supongo que es cuando te marcó y pues me fui caminando por un buen rato pero ya me había cansado y me senté en una banca. Aquí fue donde Alan me encontró pero pues yo seguía sin querer hablar con él y me paré y me quería ir pero me tomó de la mano y pues... Ahí

- ¿Ahí qué, Melisa?

- Pues me besó y pues lo besé, nos besamos

- Haber, Melisa. Sé cómo se conjugan los verbos

- Pues solo eso nos seguimos besando pero pues eso beso fue subiendo de intensidad a tal punto que creí que mi primera vez iba a ser en la calle

- ¿Y luego? ¿Por qué no fue?

- Me llamaste. Esta vez fue tu culpa. Me llamaste y pues interrumpimos todo y ya cuando me colgaste lo volví a besar y yo fui la que le dije que si quería arriesgarlo todo con él. Me dí cuenta que es lo que necesito y lo  que quiero.

- No pues perdón, para la próxima mándame un mensaje "Ale, estoy con Alan no molestes

- No seas exagerada - ambas reímos

- ¿Y luego qué pasó?

- Ya nada, solo me trajo para acá y nos despedimos

- Se despidieron

- No, no así solo un besito y ya

- Estoy muy feliz por ti, más por él. Tanto que lo hiciste sufrir

Dos Corazones En Juego - Alan Mozo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora