Capitulo 26

206 30 1
                                    

Me desperté por el sonido de la música que venía de la sala. Me levanté y fuí hacia allá, estaba Ale preparando el almuerzo.

- Buenos días - dije para llamar su atención

- Holaaa - dejó lo que estaba haciendo y fue a abrazarme - ¿Cómo amaneciste?

- Muy bien, dormí como no había dormido en mucho tiempo

- Si no es porque vi tus cosas en la sala ni cuenta me doy que ya habías llegado

- Perdón. Llegué muerta. Me dormí en cuanto puse la cabeza en la almohada

- ¿Qué tal te fue?

- De maravilla, me la pasé muy bien. Solo porque ya necesitaba descansar pero si hubiera sido por mí, me quedo allá

- Y porque estaba Alan - yo sonreí - ¿Qué tal te fue con él?

- Pues... Bien supongo

- ¿Qué pasó?

- ¿Qué va a pasar Ale? No pasa nada entre nosotros

- ¿Nada? Un besito o algo

- Nada - solo me miró y regresó a lo que estaba haciendo - Bueno - en cuanto dije eso su atención regresó a mí - Intentó besarme

- ¿En serio? ¿Cómo que intentó?

- Pues eso, estaba ya centímetros de mí. Y si te soy honesta si hubiéramos estado en otra situación hubiera correspondido al beso

- ¿Por qué? ¿Qué hiciste?

Le resumí lo que pasó en el charco de agua hasta la parte en que lo aventé a la fuente.

- No lo besaste solo porque lo ibas a aventar, es por algo más

- No quiero darle esperanzas, Ale. Es solo eso.

- Ya está pérdido, créeme - solo suspiré - ¿Vas a ir hoy a Verde Valle?

- No, nos dieron el día a todos

- Vas a quedarte aquí entonces - la miré y sonreí - No hace falta que me digas con quién vas a salir es obvio

- Lo había prometido desde hace tiempo, no me pude negar

- ¿A dónde van?

- A su casa - me miró y sonrió - No pienses mal. Le había prometido que íbamos a hacer un maratón de películas y aprovechando que ambos descansamos me invitó a su casa a hacer el maratón.

- Y no lo quieres ilusionar

- Te juro que no. Pero cuando estoy cerca de él no tengo control sobre mí. - solo sonrió - Se van en una semana

- ¿A dónde?

- España

- ¿Cuánto se quedan?

- Una semana. Hace tiempo Alan me mandó un mensaje diciendome que se estaba acostumbrando a estar conmigo, creo que... Es mutuo. Cuando no estoy con él siento que me falta algo.

- Ay, Mel - se acercó a mí y me abrazó

- Ya me quiero regresar a Zacatecas ya para que termine todo esto

- ¿Por qué no hablas con él?

- De alguna forma siempre logra convencerme de hacer las cosas. No puedo hablar con él - Hubo un silencio entre ambas - Voy a bañarme, ya no debe de tardar en venir.

Dos Corazones En Juego - Alan Mozo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora