Dos Corazones En Juego - Alan Mozo

Capitulo 35

Me desperté temprano, mi maleta ya estaba lista solo me bañé y me cambié. Salí de mi cuarto, le iba a mandar mensaje a Alan para preguntarle si ya venía cuando tocaron la puerta, abrí la puerta y era él.

- Buen día - dijo él

- Hola - le dí un beso en los labios - ¿Cómo amaneciste?

- Muy bien, gracias. ¿Qué tal dormiste?

- También, dormí muy bien

- ¿Nos vamos?

- Sí, no me gusta llegar tarde

Me ayudó a cargar la pequeña mochila y subimos al auto.

- ¿Qué pasaría si me pierdo y no llegas a tomar el camión?

- Tomaría el siguiente

- ¿Y si me pierdo como por tres horas?

Reí - Regresaré, aún no me voy - tomé su mano que no tomaba el volante - tranquilo

- Está bien - después de unos minutos llegamos a la central de autobuses. Me entregó mi maleta y me acompañó hasta el autobús

- Nos vemos mañana, cariño - dije mientras me acercaba a él para abrazarlo - disfruta estas fechas con tu familia, ¿Sí?

- Lo prometo - nos separamos y nos dimos un pequeño beso en los labios

- Feliz Año nuevo, Alan

- Feliz Año nuevo, bonita - me volvió a besar, nos separamos y me subí al autobús. No quería ver por la ventana, apesar de que eran solo un día me sentía mal por separarme de él. El autobús empezó el camión, me puse mis audífonos y me acomodé en mi asiento. Desperté cuando ya estábamos en Zacatecas capital, solo a unos minutos de llegar a la central. Bajé y estaba Brandon ahí esperandome.

- ¿Ya se te está haciendo costumbre venir muy seguido, no? - me abrazó

- Perdón por regresar a mi tierra, a mi casa

Reímos - ¿Qué tal el camino?

- Supongo que bien, dormí casi todo el camino

Nos subimos a su auto y nos dirigimos a mi casa. Saludé a mi mamá y a mi papá y como aún era algo temprano ayude a mi mamá a preparar cosas que faltaban para la cena. Ya más tarde subí a mi habitación a bañarme y cambiarme, y poco a poco iba llegando la familia.

Comenzó la cena y había llegado familia que no había visto en navidad así que estaba platicando con ellos. Fui a la cocina a servirme un poco de agua y estando allá me siguió Brandon.

- ¿Qué tal te la estás pasando? - lo miré confundida - ¿Qué?

- Nunca me preguntas nada así, ¿Qué traes?

- ¿No tienes nada qué decirme?

- ¿Decirte cómo qué?

- No sé, te noto extraña

Reí - De hecho sí, pero les quisiera decir cuando estemos solos. Solo mis papás y ustedes

- Muy bien - sonrió - te dejo entonces

Sonreí y le dí un trago a mi vaso

Se dieron las 12 y todos nos comimos nuestras 12 uvas para después darnos nuestro abrazo. Cuando terminé Brandon se acercó a mí.

- Oye, mis papás me dijeron que a mí tía se le quedaron unas sudaderas en navidad. Están en su cuarto, ¿Puedes subir por ellas?

- Está bien - Subí a la habitación de mis papás, entré y prendí la luz y había un gran ramo de flores en su cama con una caja de color negra. Me acerqué, supuse que se las había regalado mi papá a mi mamá. Tomé la carta que tenía y la leí.