Capitulo 3

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Sonó la alarma y creo que es la primera vez que no me molesta el sonido de la alarma, me levanté me bañé y me cambié. Opté por un pantalón negro, camisa blanca, chaleco tejido de color café y unas botas bastante cómodas de color negro. Ya cuando estaba apunto de terminarme despertó Alejandra.

- ¿A dónde vas? - preguntó Alejandra

- Anoche antes de dormir me llegó el correo de la universidad y me tengo que presentar ahorita para las prácticas.

- ¿Vas al estadio?

- Sí, tenía pensado desayunar pero no creo alcanzar. Puedo tomar una de tus manzanas? Cuando vayamos a comprar comida te la pago

- No te preocupes, está bien llévatela

- Gracias - Nos vemos interrumpidas por el sonido del timbre de la casa. Volteé a ver a Alejandra.

- Yo abro - y se encaminó hacia la puerta - ¿Qué onda? Pasa - escuché que habló Alejandra y después de unos segundo apareció junto a Javier.

- Hola, Mel - me saludó Javier de beso en la mejilla - ¿A dónde tan temprano?

- Tengo una entrevista para mis prácticas - respondí

- Que bien, ¿En dónde?

- Te vas a morir, Javier - dijo Alejandra

- ¿Por? - la miró y después dirigió nuevamente su mirada hacia mí

- Estadio Akron - solté

- No - dijo Javier con claro asombro - ¿Es neta?

- Sí, ayer que fui a la uni pregunté y me entregaron la lista y ahí estaba casita

- No manches que chido, ojalá y si te quedes y nos consigas boletos gratis.

- Ay ahora solo por eso me vas a hablar

- Claro que no, te hablaría aunque no tuvieras relación alguna con el fútbol

- Bueno, los dejo me tengo que ir no sé que tanto tráfico haya ahorita

- ¿Quieres que te lleve? - preguntó Javier

- Muchas gracias, pero sé dónde está. Nos vemos.

Dije para después salir, pedí un Uber y me dirigí al estadio. Llegué y de verdad la energía que sentía estando ahí era muy linda. He sido aficionada al fútbol y a chivas desde hace 10 años y ahora tengo la oportunidad de trabajar aquí. No miden la emoción que sentía en ese momento.

Entré y me acerqué con un muchacho que estaba en la entrada.

- Buenos días - saludé - disculpa. Soy Melisa y me mandaron, bueno, vine para hacer prácticas aquí. Y me dijeron que me dirigiera con esta persona - le entregué un papelito con el nombre de quién me iba a atender.

- Hola - respondió - Sí me dijeron que ibas a venir. Te está esperando. Solo que no puedo dejar la entrada sola. Mira te vas por todo este pasillo doblas a la derecha y hay dos entradas te vas por la de la izquierda y ahí está.

- Muchas gracias - dije para después irme por dónde había dicho. Cada paso que daba me emocionaba más, me perdía viendo cada detalle del estadio. Estaba tan maravillada que no supe por dónde me fui y me acerqué con una persona de limpieza a preguntarle

- Ya se pasó, señorita es por el otro pasillo - dijo

- Muchas gracias, y perdón

- No se preocupe

Dos Corazones En Juego - Alan Mozo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora