Dos Corazones En Juego - Alan Mozo

Capitulo 44

La semana transcurrió con normalidad, viajarían a Cd. Juárez el 27 por el medio día, el miércoles el jefe me mandó a hablar.

Me encontraba yo haciendo una tarea de la uni, no tenía trabajo pendiente en VV así que aproveche para hacer tarea cuando Rodri me dijo que me hablaba. Guardé mis cosas y fuí a su oficina.

- Hola - toqué la puerta que estaba abierta - ¿Me habló?

- Melisa, pasa - dejo lo que estaba haciendo y centró su atención en mi - siéntate por favor, ¿Cómo estás?

- Muy bien, gracias

- Me alegro. Quería hablar contigo

- ¿Qué pasó?

- ¿Ya tienes la respuesta sobre los viajes? - solo lo miré y no dije nada - Melisa, me urge una respuesta ahora, quiero saber que tanto apoyo vamos a tener allá. No te puedo esperar más - seguía sin decir nada - No creas que no me dí cuenta que me estabas evitando toda la semana, quise darte tiempo pero ya llegó a su límite, necesito una respuesta ahora - Agaché la mirada - Se que es complicado. Viajar con tu pareja y fingir que no existe el otro pero es trabajo y tú sabes que debe de estar centrado

- Sí lo sé - hablé - y se la oportunidad que se me está presentando - hubo silencio por un momento para al último suspirar - Está bien, acepto ir a concentrar con ellos

- Gracias por apoyarnos. Solo es cuestión de que te acostumbres - sonreí - Eso sería todo Mel. Mañana salen a las 12 del día para que ya te vengas preparada, ¿Okay?

- Perfecto, aquí estaré

Me despedí y salí de ahí. Alan solo tuvo entrenamiento matutino. Salió de VV y fue a llevar a sus papás al aeropuerto, más tarde vendría por mí he iríamos a cenar.

Todos salieron de entrenar más o menos a las 3 de la tarde yo me quedé un rato más para que después Alan fuera por mi. Estaba guardando mis cosas cuando me llegó un mensaje que ya había llegado, salí y ya estaba ahí esperando.

- ¿Nos vamos? - preguntó mientras me acercaba

- Sí - me dió un pequeño beso para después abrirme la puerta del coche

- ¿Qué tal te fue?

- Muy bien. No hice mucho - encendió el auto y nos dirigimos al restaurante

- Y... ¿Te vas a quedar?

- ¿Dónde?

- Aquí, osea me refiero a que si no vas a viajar con nosotros

- Ah ya - Agaché la mirada y tomé mis manos - Voy a viajar con ustedes - Lo miré y Alan solo sonrió - No sé, siento que va a ser medio complicado

- Íbamos a hacer que funcionara a distancia, podemos hacer que funcione de cualquier manera.

- Bueno... Sí tienes razón, de cierta manera vamos a estar juntos.

Llegamos al restaurante, no nos quedamos tanto tiempo, prácticamente solo cenamos, nos fuimos y me llevó a mi casa.

- Bueno - dijo Alan mientras apagaba el auto - llegamos

- No me quiero despedir ahora - me acomodé en mi asiento para verlo de frente

- Yo tampoco, bonita - me acarició mi mejilla. Su mano se fue detrás de mi cuello y me atrajo hacia él. Me acerqué poco a poco a él para poder besarlo. Al igual que él mis manos se fueron hacia su cuello para atraerlo más a mí. La mano de Alan fue bajando pasando por cintura y deteniéndose en mi cadera, me levantó un poco y me acercó más a él, ya estaba sentada solo en una de mis piernas, me volvió a levantar e hizo que me sentara arriba de él, fue algo complicado seguir besándonos y acomodarme ya que el volante no me permitía sentarme bien y eso hizo que ambos soltaramos unas pequeñas risas sin dejar besarnos. Sentí que una de la manos de Alan abandonó mi cadera en seguida sentí como el asiento se hizo más para atrás al igual que el respaldo se reclinó más. Yo llevaba una falda tipo cargo que se levantó hasta mi cadera cuando me subí en él, también llevaba una camisa blanca.

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Ambas manos de Alan ahora se encontraban masajeando mis glúteos, yo solo sentía como poco a poco se iba creciendo por debajo haciendo presión en mi zona y esto también hacia que buscara más contacto. Él empezó a desabotonar mi camisa, ya desabotonada completamente pero sin quitarla empezó a bajar los besos por mi cuello y deteniéndose en medio de mi pechos, mi cuerpo se hizo para atrás para darle más accesibilidad y mi manos se perdieron en su cabello.

- Alan - dije entre jadeos - ¿Crees que sea el lugar indicado?

Se separó de mí y me miró, pude notar que sus pupilas se encontraban dilatadas y sus labios estaban demasiado rosados - ¿Quieres que me detenga?

- No - sonreí y lo volví a besar sus manos pasaron de mis glúteos a mis pechos haciendo que soltará pequeños gemidos. Me levanté un poco para quitar mi ropa interior, la fricción que hacia el pantalón de Alan con mi zona hacia que mis movimientos aumentaran al igual que  mis gemido. Me tomó de las caderas y detuvo mis movimientos

- ¿Crees que vas a terminar tan rápido? - solo lo miré y no dije nada, Alan se levantó para quitar su pantalón y sacó de su cartera y preservativo, me volví a levantar para que se lo pusiera, cuando vi que ya se había acomodado dejé caer mi peso poco a poco en él, está vez ya no sentí ningún tipo de incomodidad, fue 100% placer. Mis movimientos eran lentos hasta qué él me tomó de las caderas y los guió a ser un poco más rápidos. La noche era fría y poco a poco el los vidrios se empañaban por nuestras respiraciones y el calor que brotaba de nuestro s cuerpos, al igual nuestros cuerpos cada vez se llenaban más de sudor. Quité algunos cabellos que estaban pegados en el rostro de Alan y lo volví a besar. Antes de que terminaramos él habló.

- Preciosa, - dijo con un tono de voz casi inaudible para después tragar saliva - ¿Puedes pasarte al asiento trasero? - Copió mi acción pasada y quitó mechones de cabello que tenía en mi frente - ¿Puedes? - No dije nada, solo salí de él y me pasé hacia atrás para después seguirme. Me acosté recargandome en la puerta, él se acomodó en medio de mis piernas para después jalarme hacia él haciendo que mi falda se subiera un poco más, quité mi camisa quedando solo con mi sostén. Volvió a entrar en mí y está vez el tenía por completo el control. Así estuvimos por unos cuantos minutos hasta que los dos llegamos al orgasmo al mismo tiempo.

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Salió de mí para después sentarnos en los asientos.

- ¿Así va a ser antes de cada partido? - dijo aún un poco agitado

Reí - A mí no me molesta, ¿A ti?

- Para nada

- ¿Te puedes quedar está noche aquí?

Sonrió y me dió un beso en la frente - Lo que tú quieras, ¿Quieres que bajemos ya o te quieres quedar otro rato aquí

- Quiero quedarme así un rato más - me dió un poco de frío y Alan tomó una sudadera que estaba detrás de nosotros y me la dio.

- ¿Ya no ha venido, Ale? - preguntó mientras me abrazaba

- No, creo que no va a venir hasta semana santa

- ¿Viene con su familia?

- Cuando son vacaciones creo que sí

- ¿Y cuánto te está cobrando de renta?

- No me está cobrando mucho que porque somos amiga - reímos - 5000 pesos al mes. No es mucho tomando en cuenta que está amueblada

- Mmm, bueno si tienes razón, ¿Y cómo lo pagas?

- Bueno pues mis papás no me dejan sola con todos los gastos, aparte con lo que me da Chivas es suficiente, no gasto mucho en comida

- Ah ya - nos quedamos un rato más hasta que a ambos nos empezó a dar más frío - Ya estás temblando más

- Sí ya tengo frío

- ¿Quieres que ya entremos?

- Sí, ya tengo sueño

- Vámonos entonces  - me besó, nos cubrimos con muestras prendas y salimos del auto para después entrar a la casa.

Ya ahí le dí a Alan la ropa que me había llevado la noche que me quedé con él, era un conjunto de pans así que se acostó con él, yo me puse mi pijama y ambos nos acostamos a dormir.

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