Íbamos camino a la casa pero empezó a llover y el tráfico estaba más lento de lo normal así que el trayecto a mi casa se triplicó. Mi mirada solo iba enfocada a mi celular y en ocasiones miraba por la ventana para ver qué tanto habíamos avanzado pero seguíamos en el mismo lugar. Solo en ocasiones escuchaba como Alan soltaba suspiros.
- Te dije que pedía un Uber pero no quisiste - dije mientras revisaba Facebook
- ¿Cuánto te hubiera cobrado un Uber? ¿100? ¿150? - no apartó la mirada de frente
- No importaba - levanté la vista - me dieron dinero para el transporte
- ¿Quién? - volteó a verme
- Mi jefe
- Bueno, no importa yo te quería traer y no importa que tan lento esté el tráfico así tenemos tiempo para hablar
- ¿Para hablar de qué? - lo miré
- No sé, de lo que quieras
- Creo que no tengo nada sobre qué hablar
- ¿Te está gustando trabajar en chivas?
- La verdad sí, la verdad ni si quiera siento que trabajo
- ¿Cómo va tu balonazo? - se acercó a mí y quitó unos mechones que tapaban mi cara y con su pulgar tocó mi frente. Yo sonreí y me hice hacia atrás para evitar que me tocará
- Ya mucho mejor, ya no me duele - sonreí - de hecho desde ayer ya no dolía
- Me da gusto - avanzaron los carros uno metros y Alan hizo lo mismo - ¿Y por cuánto tiempo te vas a quedar?
- 6, bueno 5 meses.
- ¿Pero por qué tan poco tiempo?
- ¿Por qué a todos se les hace tan poco tiempo? A mí se me hace mucho, sin mi familia y amigos
- Bueno si te entiendo, yo he estado igual que tú, viajes completamente solo se hacen eterno
- Olvidaba que tú pasabas por lo mismo - sonreímos
- Y está vez va a ser más difícil, por lo menos en pumas tenía a mi familia cerca pero ahora acá en chivas están a kilómetros de mí.
- Pero qué tú... - ¿Era el momento para hablar de su esposa o aún no?
- ¿Pero yo qué?
- No, bueno te iba a preguntar. ¿Viajas completamente solo? Nadie te acompañó. Es mucho tiempo
Suspiró y miró hacia frente para avanzar - No, nadie. Solo yo - sonrió
No quise preguntar más así que decidí volver al tema anterior - Bueno, respondiendo a tu pregunta solo me voy a quedar un semestre, pero no sé si me quedé unas semanas después de que termine el semestre
- Que bien, ¿Y no te puedes quedar por más semestres?
- No lo sé, no me informé sobre eso. Pero no sé si pueda quedarme más jaja
- Ya depende de ti - el tráfico fue avanzando hasta que por fin. Ya casi llegábamos a la casa y no sabía si Ale o Javi estaban adentro y no me quería arriesgar.
- ¿Me puedes dejar antes de llegar a la casa? - me miró con cara de confusión - no es por ti, o bueno algo así. No quiero que mis amigos me vean contigo, o con cualquier otro jugador, siento que se acercarán a mi solo por eso.
ESTÁS LEYENDO
Dos Corazones En Juego - Alan Mozo
Fiksi PenggemarMelisa Gaytán, una chica de 19 años, estudiante de mercadotecnia originaria de Zacatecas, en busca de cumplir sueños conociendo nuevos lugares y buscando nuevas oportunidades decide, viajar a Guadalajara a estudiar, lugar que aunque ya ha visitado m...