Dos Corazones En Juego - Alan Mozo

Capitulo 12

Viernes

Salí de la uni y me despedí de Ale ya que Javier sigue sin dirigirme la palabra. Llegué y estaban en la cancha. Me dirigí a mi lugar de trabajo y me puse a editar unas cosas que no había terminado el miércoles. Cuando terminé salí a buscar contenido que me dieran los chicos. Pero desde que llegué noté a Alan un poco diferente ya que antes aprovechaba cualquier oportunidad para acercarse a mi y ahora solo me había saludado. Después de rato todos se fueron al gimnasio y aproveché que Fer se había quedado atrás para hablar con él

- Fer - volteo e hice una seña con la mano para que se acercará a mí - ¿Qué tiene Alan?

- ¿Por qué lo preguntas? - dijo mientras le daba un trago a su Power

- Lo noto raro, siempre trae mucha energía y hoy está algo apagado

- Aww, ya hasta se conocen

Le dí un pequeño golpe en el hombro - Ya no juegues

Rió - No pues que ya tienes el camino libre

- ¿Yo? ¿Por qué?

- Lo manifestaste o no sé que pedo pero Alan ya terminó con su novia

- ¿Qué?

- Así como lo escuchas. Hay más detalles pero creo que no me corresponde decírtelo

- No te corresponde decir nada de lo que le pasa a Alan

- Pues no

- Oye, ¿Pero por qué dices que ya tengo el camino libre

- Ay por favor, Melisa. Se nota a kilómetros que los dos babean por el otro. Alan es más obvio que tú pero igual se te nota.

- Ay, claro que no, Fer. ¿De dónde sacas eso?

- No me vayas a decir que no te habías dado cuenta de que Alan sentía cosas por ti

- Bueno - rasqué mi nuca y me crucé de brazos - no creí que quisiera algo serio, pero ¿De dónde sacas que yo siento algo por Alan?

- Los ojos hablan, y los tuyos cuando estás cerca de Alan gritan - me sonrió y se fue al gimnasio.

Ya no dije nada más solo lo ví irse pero les mentiría si les dijera que no sentí nada cuando me dijo que Alan había terminado con su novia. Me quede con una sensación muy linda bajo mi pecho. Me fui a editar unas fotos, se me fue el día haciendo eso, hasta que estaba recogiendo mis cosas para irme, Alan llegó a dónde estaba.

- Hola, ¿Ya terminaste?

- Hola, sí justo estaba guardando mis cosas. ¿También ya te vas?

- Sí, de hecho salí hace un rato pero me quedé esperandote

- ¿A mí? ¿Por?

- ¿Tienes algo que hacer? Quisiera invitarte a cenar

- ¿Estás bien?

- Sí - bajó la mirada - Bueno, hay un tema ahí y me gustaría platicarlo con alguien, ¿Quieres?

- Bueno, sí. Me gustaría escucharte

- ¿Nos vamos?

- Sí - tomé mi mochila - vámonos

Nos subimos a su auto y nos dirigimos a un restaurante en el centro de Guadalajara, era un lugar muy tranquilo. Con luces bajas y música tranquila. Nos sentamos y casi en seguida llegó un mesero a atendernos, Alan pidio una pasta en salsa de tomate y yo una lasagna y en bebidas ambos pedimos Clericó.