Capitulo 42

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Terminé de desayunar y me entró una llamada de Alan diciendome que sus papás estaban apunto de aterrizar y que ya tendría que salir para allá. Tomé mis cosas y subí al auto, justo cuando encendí el auto me sentí nerviosa. Me cayó el 20 de lo que había pasado la noche anterior y que ahora estaba apunto de ir por mis suegros y los llevaría al lugar donde Alan y yo fuimos íntimos. ¿Y si se daban cuenta? ¿Qué iban a pensar de mi? Trataba de tranquilizarme. También era la primera vez que los veía después de que Alan y yo fuéramos novios así que los nervios iban en aumento cada vez más.

Ya cuando iba en camino me volvió a entrar otra llamada de Alan.

*
- ¿No se supone que tienes que entrenar? - dije

- Uy ya no te vuelvo a marcar

- Se me olvidaba que estaba con la persona más sentida de Guadalajara - ambos reímos - ¿Qué pasa?

- ¿Ya llegaste?

- No, en unos 5 minutos estoy ahí

- Ya llegaron ellos, ya están afuera para que no te estaciones

- Okay, está bien

- Bien, te marco más al rato

- Sí. Oye

- Oigo

- Amm... No se van a dar cuenta, ¿Verdad?

- ¿De qué?

- Pues... De anoche

Rió - ¿Por qué se darían cuenta?

- No sé, Alan. Tal vez me veo diferente. Y los voy a llevar a tu departamento, ¿No dejaste nada que nos pueda descubrir?

Volvió a reír - No te preocupes, bonita. Todo está bien, solo actúa normal y no te preocupes, el departamento está bien. Tú tranquila, no se van a dar cuenta de nada

- ¿Seguro?

- Confía en mí

Suspiré - Okay

- Te dejo, con cuidado. Te quiero

- Yo igual, bye

- Bye

* Fin de la llamada*

Después de unos minutos llegué al aeropuerto y ya me estaban esperando - Okay, Mel. Tranquila - dije antes de salir del auto - Hola - saludé mientras me acercaba - ¿Cómo están? - me acerqué con la señora Paty y la saludé de abrazo

- Hola, hija. - respondió al abrazó - muy bien, felices de verte otra vez

- Entonces es mutuo - respondí, me separé de ella y me acerqué al señor Román - ¿Cómo está?

- Muy bien, hija. Gracias - respondió - ¿Tú como has estado?

- Ocupada con un montón de cosas pero ya feliz de estar aquí

- Pensamos que ya no te íbamos a ver en un buen tiempo

- Perdón - reí - Es que era sorpresa. Si los hice sufrir un poco

- Más a Alan - dijo la señora Paty - pero ya, lo bueno que ya estás aquí - le sonreí - ¿Ya no hay más sorpresas?

Reí - No ya no - sonrieron - ¿Nos vamos?

- Sí, vámonos dijo el señor Román

- Muy bien, les ayudo con sus maletas - abrí la cajuela del auto y las metí. En seguida nos subimos los tres y nos dirigimos al departamento de Alan. - Sanos y salvos - dije después de entrar al departamento

Dos Corazones En Juego - Alan Mozo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora