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— Bueno, lo veíamos venir— Chester bromeó— Realmente estás distinto, pues es cosa de ver cómo siempre te estás riendo, y ahora encima has llegado con brillitos pegados, y usas morado— Chester observa bien a Eddie, le causa gracia cómo es que su amigo se ve incluso menos malhumorado. Eddie por lo general no es muy amigable con el resto, Chester y Bart lo quieren cómo es, porque así lo han conocido, pero les gusta que algo cambie en él.
— Bueno, pero como les digo. La cosa con Ellie no es tan simple— él suspira un poco agobiado— Ella no sé si siente lo mismo por mí. Ellie es linda conmigo, todo el tiempo, pero...dudo que ella sepa lo que es sentir cosas por un chico, cosas románticas— Eddie frota sus manos en sus ojos— Pero bueno, no quisiera llorarles mis problemas— Eddie suspira, Bart toca su hombro y Eddie se siente un poco mejor al contarles a sus amigos, nunca ha sido de soltar sus problemas.
— ¿Puedo preguntar algo sin sonar...entrometido?—Chester pregunta. Eddie asiente— ¿Ellie no es como nosotros verdad? Me refiero a que ¿Ella no tiene algún grado de autismo o TEA?— Pregunta su amigo y Eddie no sabe qué responder.
— No lo sé, y la verdad es que si así fuera, creo que da lo mismo ¿No? me gusta Ellie y ya— Eddie responde sereno—No hay demasiado que pueda hacer contra eso— el chico los mira y se encoge de hombros— Ella no me lo dirá, si es que así, o quizás así, pero no nos conocemos de toda una vida, supongo que hay mucho más que saber de ella.
— Bueno de todos modos, buen match que has hecho con ella— Bart se larga a reír y Chester sigue a su amigo.
— Parecían dos moras— Chester se ríe y Eddie está rojo, él se para de la silla.
— Creo que iré a descansar— Eddie los mira— Hasta mañana chicos.
Sube hasta su cuarto, se mira al espejo y se quita los corazones que Ellie le ha puesto, se retira el collar y lo deja en el velador. Comienza a quitarse la ropa y se pega una ducha, ha sido un día largo, entre salir con Ellie y las advertencias de Wyatt. Cuando llega nuevamente a su cuarto, se acuesta con el pelo húmedo, pero ha echado un poco de aceite en las puntas, es un secreto que su madre le ha dado. Toma el collar de Ellie y lo pone debajo de su almohada. En meses que Eddie no ha tenido una noche tan buena como ésta, el sueño ha sido reparador, y lo único malo en que Eddie ha pensado, es que no verá a Ellie el domingo.
Ellie ha pasado su día fuera de casa, y en la noche, cuando ya estaban de vuelta, Simone ha ido a dejar a Floyd, a juicio de Ellie, la mujer nunca está de buen ánimo, y tiene un sentimiento muy profundo en que no le gusta que ella sea la madre de su sobrino, y que si Floyd fuera un cachorrito, probablemente ella sea la dueña legítima, no se imagina una vida sin su sobrino. Simone ha llegado en compañía de Zephyr, su novio, que no le da buena espina a nadie, pero que ella dice es bueno, y no hay pruebas ni nada que demuestren que él ha hecho algo malo.
El mismo Zephyr le ha entregado Ellie una mochila con pertenencias de Floyd, el tipo la miró de pies a cabeza, la chica usaba un vestido color rosa, por encima de las rodillas. La chica notó los ojos del hombre en sus piernas y no se sintió lindo.
