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— Creo que por eso nunca tuve amigos— Ellie mira a Eddie con sus ojos brillantes. Ella siempre sale con disparates, y a él le encanta escucharlos.
— ¿Por qué dices esas cosas?— Eddie la mira
— Porque creo que la vida te tenía preparado para mí— Ellie mira a Eddie con sus grandes ojos — ¿No te parece mágico encontrar a alguien que te haga sentir así de bonito?—la chica lo mira con emoción, y Eddie, en su mundo , en su mente, piensa, o tiene la leve sospecha, de que eso es amor, pero sabe , de que en la mente de Ellie, eso es amistad. Y si Ellie fuera como los demás, hubiera intentado besarla, o decirle las cosas tal cual son, pero Ellie era distinta, ella no ha tenido amigos, menos sabe lo que se siente estar enamorada, además él no tiene la certeza de que sea como lo piensa.
— ¿Y tú crees que la vida te tenía preparada para mí?— le pregunta.
— Es emocionante pensar que estamos destinados a ser los mejores amigos para siempre— Ellie le extiende su meñique y Eddie entrelaza el suyo con el de ella.
— Sabes que puedes decirme lo que sea— Eddie traga saliva, siguen con sus dedos entrelazados y Ellie se acomoda en los brazos de Eddie, el corazón del chico late con fuerzas, Ellie es como una muñeca de porcelana, que no quiere quebrar, que simplemente quiere mantener intacta — Puedes contarme tus cosas Ellie. A veces a los amigos le puedes decir cosas que a tu hermano no.
La chica lo mira con incertidumbre, nunca le ha ocultado información a Wyatt, y tampoco es que ella tenga tanta información que dar.
— ¿Cómo qué?— pregunta, y Eddie larga una risita.
— Me encanta que seas como un marciano, uno lindo, muy , muy lindo, no como esos feos de la Tv.
— E.T es muy lindo — Ellie se ríe.
— Me refería a que si un día te gusta un chico, o si quieres contarme algo que te haga sentir mal, o lo que sea, que quieras liberar, dímelo, yo no soy un ejemplo de chico, pero puedo convertirme en una paloma blanca por ti— Eddie acaricia la barbilla de Ellie.
— Dudo que te pida consejos con chicos— ella lo dice como si fuera lo más loco del mundo—Ellos no se fijan en mí.
— ¿Te ha gustado alguien alguna vez?— Eddie pregunta, se arrepiente, pero la curiosidad le gana.
— Pues, una vez sí. Un chico de una cafetería donde solía ir— ella lo dice y se sonroja, y Eddie se muere por saber quién podría ser aquel afortunado— Un día me atreví a hablarle, le dije, me gustas, ¿Quieres salir conmigo?— Eddie se ríe, es una historia adorable— Y me dijo que no, me dijo que parezco el vómito de un unicornio y me puse a llorar, no salí de mi cuarto en una semana, fue horrible—Ella lo recuerda con algo de gracia.—Pero creo que de todos modos él no era para mí, así que ahora estoy feliz, porque de haber sido novios, hubiera tenido que dejarlo por venirme hasta este lugar— Ella lo dice como si fuera lo más natural.
