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Flashback:
Tres años atrás:
— Tenemos que hablar, Edward— su madre lo observa desde el marco de la puerta, camina hacia él y le lanza una caja con hierba— No puedo creer que gastes nuestro dinero en esta mierda.
— Hey, ¿Acaso ves que me la he fumado entera?— Eddie no le toma demasiada atención a su madre, él lee un cómic en su cama.
— Hoy fui a la escuela, supe que estás reprobado nuevamente— él se encoge de hombros—Me vas a matar de un maldito ataque cardíaco— Tienes 19 años y no tienes idea de lo que es la vida, no maduras, no le tomas importancia a todo lo que hacemos por ti junto a tu padre— la mujer observa la mesa de noche de su hijo, abre un cajón, Eddie abre sus ojos y los pone en blanco.
— Deja eso ahí, no te incumbe, no es tu puto cuarto, vete— la mujer revuelve las cosas, encuentra uñetas, un par de caramelos, preservativos, pastillas, unos porros a medio fumar. Su madre, Olivia, suspira, observa por debajo de su cama, hay tres latas de cerveza abiertas, vacías.
— Eres mi hijo, todo lo relacionado a ti, sí que es de mi incumbencia— su madre se sienta en la orilla de la cama de Eddie.
— Tú y papá nunca han estado realmente preocupados por mí— Eddie apunta a su madre.
— No vuelvas a decir eso Edward Evans, bien sabes que gracias a nosotros es que costeas tus guitarras, tus playeras de bandas satánicas, tu droga y el puto alcohol— la mujer lo dice más que molesta.
—Sí, sí, sí. Como sea— Eddie sigue leyendo, en el fondo sí que está pendiente de lo que su madre le dice—Y por eso es que mi padre te ha engañado con su secretaria, y tú lo sabes, pero amas las familias unidas, y por eso dejas que ese hijo de puta te haga daño— Eddie mira a su madre con enojo y ella se larga a llorar.
—¡No opines si no sabes!—su madre lo apunta con el dedo y se larga llorando de la habitación, su propio hijo le había dado en el punto débil, una vez que se madre abandonó el cuarto, Edward lanza el cómic contra la puerta y patea un oso de peluche que tiene regado en el piso. Coge una chaqueta de mezclilla y sale de casa, su madre está encerrada en su cuarto, y su padre, por descarte, asume que está en el hospital.
—O bien se está tirando a su secretaria...— Eddie bebe una botella de cerveza y la lanza a un árbol. Chester y Bart se quedan mirando, saben que su amigo no está bien, y quieren ayudarlo.}
—Viejo...tu casa es linda— Bart intenta darle apoyo, pero no es el mejor.
—Eddie, creo que tus padres deben solucionar esto.
— Mamá es una tonta, porque sabe que papá es un infiel hijo de puta — El chico se termina la botella de cerveza y coge otra, la bebe a la velocidad de la luz— No sé con qué cara me corrigen todo lo que hago.
—Bueno, quizás estén preocupados por ti— Chester soba el hombro de Eddie y Bart le acerca un encendedor.
— Las cosas no se van a quedar así— Eddie se para del piso frío— Vamos al hospital—da la orden simplemente, sus amigos se miran de reojo, saben que es mucho peor si no hacen caso de las palabras de Eddie, él siempre ha sido la mente maestra de todo.
